A tu barco me subía otra vez sin pensármelo!!!!!

Pfffffffffffffffffffffff... ¡TREMENDO! Lo había conocido y probado en Vinícolas, pero como ahí ya llevábamos un tute vinícola tremendo, pues no estaba para sacar muchas conclusiones, jajajaja. Pero le debía una... Y me la he cobrado :-)

Es un vino denso, lleno de matices, de emociones, de pasión, de amor, de calidad... Y desprende una fragancia llena de fruta negra, potente, de tomillo, de bosque bajo, de especias y unos tostados suaves, pimienta, ligeros balsámicos, mineralidad, pero sobre todo fruta... ¿Qué es un vino sino una expresión de fruta? Pues este te dice que además de esa fruta, tiene una calidad tremenda.

Luego, cuando tienes que darle un tierno beso para extraer sus sabor, su pálpito, su esencia, pues llega el clímax, con un paso denso, carnoso, puro, con toda esa fruta, esos tostados y especias, un cacao, pimienta jamaicana que te acompañan, sotobosque, tomillo, una acidez muy buena, taninos un pelín secantes que te hacen salivar y pedir más y más... Un armazón maravilloso, un esqueleto envidiable y que te hace ver que tiene un gran porvenir.

Una delicia, una maravilla... Una joya. Gracias José Miguel por descubrirnos este vinazo.