Amarillo pajizo, en nariz presenta una gran personalidad, con aromas a cítricos, piel de limón, melocotón y otras notas sutiles y fugaces. En boca sorprende inicialmente por su elevada acidez, aunque mantiene un equilibrio muy original con las notas frutales. En el postgusto es una verdadera delicia de delicadeza y ligereza. Invita a beber y soñar en una cálida noche de verano. Un auténtico vino de placer.
Es importante mantener la temperatura sin que se suba de los 12-13ºC para disfrutarlo al máximo.
Chapeau para Ernst Loosen, que mantiene un legado familiar desde hace más de doscientos años. Comprado en España por 16 euros.
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