Volvemos a probar este vino 10 meses después y las sensaciones de frescura siguen intactas.
Botella abierta con una hora de antelación.
De color rojo picota de capa media, ribete violáceo y lagrima densa que tiñe la copa.
En nariz se aprecian aromas de fruta roja fresca y frutillos silvestres, notas florales y vegetales, finos tostados y lácteos y fondo ligeramente mineral.
En boca es pura frescura, con una acidez de lo mas viva y unos taninos bastante redondos, postgusto de medio recorrido con recuerdos de fruta roja ácida y esa sensaciones vegetales que a mi personalmente me encantan.
Pues eso, para beber por cajas.
Viendo vuestras catas y siguiendo vuestros consejos compre ayer una botella del mazuelo 2013, añada mucho más complicada y fría que el 2013 lo que en un principio no es bueno para el mazuelo. A ver que ofrece y si confirma las expectativas, si me gusta la próxima será el Tempranillo del que también habláis bien.
Feliz Navidad
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