Vino encerrado en una botella bordelesa y vestida con la clásica, original e inconfundible etiqueta de la casa.
A la vista se manifiesta limpio, brillante, de color rojo picota de capa alta. Muy buena y densa lágrima que se desliza con lentitud por la copa. Menisco color rubí.
En nariz está cerrado, necesita unos buenos jarreados para que empieze a manifestar las maravillas que encierra. Así salen a flote las sazonadas y maduras frutas negras y rojas del bosque, la elegante madera de la crianza y sus notas de mineralidad. Los taninos están domados. También encuentro notas balsámicas y algo de pimienta negra.
En boca está aterciopelado, muy elegante, fino, equilibrado, mucha fruta negra en sazón, su gran madera está muy bien integrada, incipientes aromas terciarios. Es muy largo. Elegante acidez que te invita a beber, beber y beber. Me dá una permanencia en boca de 3,30 minutos.
Me sonaba raro pero como después ponías añada 2010 me has hecho dudar ;-) por lo que veo ha valido la pena.
Que te creias, lo mismo freimos una corbata que planchamos un huevo.
Quiero decir, que lo mismo montamos vinos sencillos para ver cosas básicas, que a veces resultan muy interesantes, que tenemos este tipo de catas. Todas de verdad y sin libro previo.
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