Lástima el pescado

Después de dar un paseo muy aconsejable por Ciutadella, decidimos por quedarnos a cenar en la zona del puerto. No habíamos reservado en ningún restaurante y nos plantamos en este ya abarrotado y con incluso gente esperando. Era demasiado pronto para nosotros y nos dijeron que en unos 45 minutos tendríamos mesa. Un nuevo paseo por el puerto y a la vuelta nos tenían una mesa preparada. Lo que nos preocupó un tanto es que este local terminó siendo una especie de macro-restaurante con dos terrazas a pie de calle, un patio interior, al menos dos salones interiores situados en dos plantas y además la terraza de arriba donde nos colocaron. Como sinceramente nos agradó la mesa que nos prepararon (tranquila y agradable), decidimos quedarnos.

Carta no muy extensa pero atractiva de corte mediterráneo sin complicaciones excesivas, aunque echamos en falta nuevamente una mejor oferta de pescados del día. Incluye también variedad de arroces secos, melosos y caldosos.

Servicio lento no, lentísimo (servicio desbordado claramente). Demasiado tiempo para tomar la comanda, para servir los entrantes y por supuesto los segundos. Nos lo tomamos con paciencia (al final estuvimos más de una hora y media y sin postres). Pero vamos, que en el resto de las mesas pasaba lo mismo.

Sin detalles mientras esperábamos.

Cena para tres personas:

Entrantes a compartir (servidos al mismo tiempo):

- Ración de croquetitas de cabracho y gambas: Docena y media de croquetitas redonditas no especialmente cremositas pero con buen sabor. Buen comienzo.

- Timbal de boquerones, aguacate y confitura de tomate: Refrescante y original ensalada con varios boquerones marinados sobre la pulpa de un aguacate y aderezado con la confitura. Buena propuesta; nos gustó.

- Verduritas del huerto: Plato de verduritas bien asadas no especialmente generosas en cantidad pero sí en variedad. Tampoco estuvo mal.

Segundos (desesperante la espera además el pescado llegó cuando mi mujer ya estaba terminando la carne):

- Tournedó de cordero de Menorca al horno y al romero: El centro de una paletilla de cordero muy tierna y jugosa. Soberbia la salsa.

- Dentón para dos: El maitre nos dijo que tenía una pieza de algo más de un kilo ideal para compartir entre dos. Después de presentarla sobre una bandeja, el mismo maitre se dedicó literalmente a destrozar el pescado al emplatarlo. Pero el problema final es que, cuando lo probamos, estaba completamente frío (ni siquiera tibio). Se lo hicimos saber al maitre y la verdad, que muy atento, nos lo retiró ofreciéndonos cambiarlo por otro segundo. Estas situaciones me superan y ya solo pienso en irme, teniendo en cuenta la lentitud del servicio. No intentaron cobrarnos el pescado.

No tomamos postre.

Carta de vinos más que correcta y a precios no especialmente abusivos. Tomamos un excelente Iamontanum Viognier 2014 (VT Illa de Menorca) con crianza sobre lías de 6 meses, servido en copas adecuadas y correcto de temperatura. Sin duda, lo mejor de la cena.

Precio total: 79€ (INC. IVA, un refresco, dos cervezas y el vino a 20.80€).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y servicio incluidos y sin bebidas.