Almuerzo para dos personas con menú el menú degustación largo. Ofrecen uno medio y otro corto, a 75 y 59 euros más IVA respectivamente.

De aperitivo de cortesía ofrecen un crujiente de arroz y polvo de setas con crema de queso azul bastante bueno. En líneas generales el menú no defrauda en absoluto, ni en cantidad ni en calidad. Está compuesto por varias tapas, entrantes, platos principales, prepostre y dos postres que sacian de sobra. No aburriré con la enumeración de cada plato, si bien para mi gusto destacaron la crema de patata con cresta de gallo, la crema de setas con aire de almendra, el carabinero con wasabi y el carpaccio de presa ibérica. Como viene siendo frecuente, los platos principales (lubina y carrillera ibérica) fueron bastante menos impactantes que todo lo anterior. Los postres correctos.

De vino tomamos Luna Beberide, un blanco gewurztraminer que acompañó adecuadamente al menú.

Es inevitable la comparación con la etapa de Dani García y aunque personalmente creo que no alcanza el nivel de entonces tampoco pierde "por goleada". Lo que sí se ha visto muy afectado es el servicio de sala, justito justito, así como el del vino, que no se puede comparar al de aquellos tiempos.

Como anécdota eché de menos la pala en varios de los platos de pescado, para los que te proporcionan cuchara y tenedor y hay que buscarse la vida.

Me habian hablado muy bien de el, pensava que todavia estava Dani Garcia.
LA verdad fue un desengaño. Pedimos un menu degustación, y pasamos mucha hambre.
Todo estava muy bueno, pero la racion era minuscula, que si un vaso de chupito, que si una cuchara de.....
Te decia el camarero, esto es un chupito de callos, con ajoblanco y tal, tal...
No pude reconocer los ingredientes de los platos, era tan minusculo todo, y mezclado.
Eso si muy bueno.
A mi parecer y por lo que se paga es vergonzoso que tuviera que comerme 4 panecillos yo, y tres mi esposa.
Y cuando salimos fuimos a comprarnos un helado.

Excelente! solo así puedo calificarlo. Claro merecedor de su estrella. Restaurante muy bonito, de aire minimalista y diáfano, donde predomina el blanco y su suelo de madera, con amplias cristaleras que dan a unas bonitas vistas.

El servicio del vino muy bueno. Tomamos el menú de degustación especial maridado asi que tuvimos la suerte de probar cinco vinos distintos, entre los que destacaría el que nos acompañó durante los entrantes un Palacio del Almirante 100% chardonnay conmovedor. Cristalería a la altura.

Pero lo comida fue superior. 9 snacks + 4 tapas + 4 entrantes + pescado + carne + prepostre y 2 postres. Todos los platos a muy buen nivel, con solo un fiasco, una cuajada de queso de cabra insípida con gelatina de manzana, piñones y un más que innecesario aceite de tartufo. A destacar entre los snacks el lamicrack de calabaza y la conchafina con jengibre y algas; entre las tapas la royal de setas con avellanas y la emulsión de patatas y aceite de oliva con crestas de gallo; y del menú propiamente el ajoblanco de piñones con caballa marinada, caviar de arenque y setas, la coca de sardinas maceradas con zurrapa de cerdo y ensalda, y el salmonete con migas, coliflor y fideos de su consomé. Los postres están muy por debajo de la parte salada. Sólo eché ne falta unos petit fours con el café.

Muy buena relación calidad precio. Dos personas con el menú maridado + cafes = 253€ . A mi parecer nada caro. Altamente recomendable!

Solo quiero decir a los que aun no se hayan enterado que dani garcia no esta al frente de tragabuches desde noviembre del 2004, asi que no se le pueden atribuir ni exitos ni fracasos desde esa fecha.dani esta ahora en el restaurante calima de marbella perteneciente a la cadena sol melia.

Local agradable, sin agobios (no había mucha clientela) y con buen menaje y atento servicio. Estupendos snacks (a resaltar la yema de codorniz sobre una pasta-fideos ¡pakistaní!) y la presa de ibérico (con un punto de cocción realmente genial), mas previsible el cochinillo. Muy buena carta de vinos (remarcable en los champagnes), buen servicio y cristalería. Cumplió con creces las expectativas. Entre 7 nos bebimos 2 José Pariente 06 (todavía pelín falto de integración en botella), un Conrad rondeño y 2 Hda. Monasterio R. esp. 01 y salimos por unos 95 €/pak (buena RCP)

Decepcion. Tomamos menu degustacion y no convencia para nada. Comida insipida e insulsa. Excesiva repeticion de espumas de diferentes sabores, pero que al final todas sabian igual. No dudo que algun dia fuera merecedor a la estrella michelin, pero , por la cena que probé, hoy no es digno de ella. Pan congelado y tan sólo dos clases. Servicio del vino correcto pero no perfecto (hubo que pedir en reiteradas ocasiones que nos llenaran la copa), con una muy buena carta y buena cristaleria. Cuberteria inapropiada. Espero que por su bien mejoren

Gran decepción. En parte fruto de la mala suerte: nuestra mesa estaba situada debajo de un tubo de ventilación roto que hacía un ruido muy desagradable, pero sobretodo debida a la falta de profesionalidad del maitre; un tal José. Su conducta fue fría y desatenta al principio y llegó a ser descortés y arrogante al final, curiosamente cuando le indicamos nuestro problema con el ruido en la mesa. Nos fuimos con muy mal sabor de boca y volvimos para poner una hoja de reclamación y su actitud llegó a ser desagradable. Una pena por que la comida era exquisita y el servicio de los camareros excelente. Toda una paradoja para un restaurante de cuatro tenedores.

Excelente restaurante en Ronda. El ambiente del local es moderno y con toques muy conseguidos de diseño y aun así no resulta frío. El menú especial de degustación es un auténtico festival de principio a fin, con productos de primera calidad y pequeñas sorpresas en algunos platos, en perfectas combinaciones. Gazpacho de melocotón, sopa de cebolla con chipirones y tocino, ajoblanco de coco con bonito, sopa de tomate verde con beicon y huevas de arenque, un cordero impresionante, buenos postres... Fantástico. Todo ello acompañado de un servicio de sala impecable y una recomendación de vino difícil de mejorar por relación calidad-precio. Un sobresaliente.
Menú degustación 54 € + IVA. Menú especial degustación 68 € +IVA.
Vino Cosme Palacio crianza 2002, 24 €.

Restaurante que no olvidare nunca. Trabaje alli durante 3 meses y qede totalmente sorprendido.Acababa de salir de la escuela, y meterme alli supuso mucho para mi, era estar entre los grandes en mui poco tiempo. Ahora sigue alli mi colega Carmelo q es un fenomeno, una maquina de Guisá, jajajaja.
Tambien he ido a almorzar cuando la cocina la lleva Benito, y creo q sigue siendo una cocina de puta madre, a la cual, creo q con un poco de tiempo, logrará estar entre los primeros.
Un 10 para el sumelier Miguel Conde

Visitamos con gran ilusión este retaurante movidos por la repentina divinización de su joven chef, pero no me habían advertido de lo dudoso de este local. Las raciones son minúsculas (Las comparo con las de verdaderos grandes restaurantes como Arzak, Atrio), y ejecutadas con dudosa maestria. Pretenden ser lo que no son y por lo tanto cobran como lo que no llegan a ser (mucho). Falso refinamiento en el que se huele algo de cara.