Restaurante Dámaso en Puente Duero
Restaurante Dámaso
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
35,66 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
43 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
6.1
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
Opiniones de Dámaso
OPINIONES
9

Recién trasladado ,hace un par de meses, al club de golf , La Galera , cerca de Valladolid ciudad , local clásico , diáfano, sencillo , Dámaso se hace cargo de este nuevo proyecto .

Trato cordial y cercano sobre todo por parte del propio Dámaso, que es el encargado en coger las comandas.

La carta esta pensada para que te prepares tu menú al gusto, el primer apartado son tres elaboraciones al centro, entre ellas los ricos callos de ternera.

Otro apartado de entrantes, estos tienes que elegirlos para toda la mesa, una media de 9€, eso si, por tantos comensales en mesa y luego carnes y un par de pescados, a una media de 13€, precio de medias raciones.

Empezamos con un aperitivo de esponja de tinta de calamar y al olí de cilantro, bien.

Luego aconsejados por Damaso, tres entrantes y un segundo.

Escogimos de la carta bonito en escabeche con ají amarillo, rico, sabroso, original, buen punto del bonito, semi crudo, buen principio, 9,5€×3.

Raviolis caseros rellenos de patata, espuma de queso, pesto de cilantro, hilos de panceta y una hierba del roció, rico también, nada que objetar ,9€×3.

El arroz de este mes, de centollo y buey de mar, con unas tiras de judía, simplemente espectacular, potente, sabroso y el punto de arroz perfecto ,9€×3.

Las raciones correctas, sin excesos y las medias raciones de los platos principales igual, ver fotos.

Uxue eligió steak tartare, un fijo de la carta, 13€ tres quenefas, una nos comimos Ana y yo, rico, bien hecho, sin mas, con unos puntos de crema foyot y una teja de garbanzo, bien todo.

Yo cogi la carillera asada en su jugo de Angus, jugo verduras y encurtidos, cuscus de coliflor, mantequilla pura, buen sabor y con unos granos de mostaza, le daba mas punch, 13€.

Y Ana pidió merluza al vapor , con espuma de ajo blanco , almendras y aceite de pimentón , en la línea , buen producto y buena ejecución , 13€..

Cuando les comente que el arroz nos habia encantado, la joven que nos atendió nos dijo que es la especialidad de Dámaso, junto con los callos, así que yo remate el menú con una tapa de callos, que no me cobraron y que estaban cojonudos.

Para acabar tres postres, uno por barba, curry de fruta de la pasión, choco y curry de Madras, potente.

Helado de tocinillo, naranja y frutas, rico, tocinillo helado, el que mas me gusto.

A las chicas el que mas les gusto fue la tarta fina de manzana, muy fina, todos a 6€.

Tema vinos, aquí algo que no conocía hasta la fecha, te puedes traer el vino y no te cobran ni descorche, de hecho en una mesa así lo hicieron, me parece algo digno de elogio y que, para mi, sube mucho la nota del servicio del vino.

Todavía no tenían carta de vinos , de hecho en la anterior etapa no tenían , me comentaron a viva voz , elegí el único albariño que tenían , que tuve la fortuna de que me gustase , del amigo Xurxo , Albamar PAI , muy rico y a muy buen precio 17,5€ , tinto para la carrillada , mas de dos copas , aunque me cobraron solo dos , tinto garnacha de Cebreros, la viña de ayer, 1,75€×2, para el postre me dejaron la botella V Dulce de invierno de Javier Sanz , simplemente magnifico , 3€ copa , aunque me tome mas .

7,5€ en concepto de varios, creo que el pan, cortado 1,2, infusión 1,3, precios muy razonables.

Aperitivo, tres entrantes, una media ración de carne o pescado y postre , 46,5€+1€ varios , 47,5€ , teniendo en cuenta que me obsequiaron con la tapa de magníficos callos y con alguna copita de mas del dulce , no puedo quejarme lo mas mínimo , al contrario agradecerlo , buena Rcp , buena cocina , se sale el arroz y los callos , pero lo demás esta rico , que no es poco , pero no llega a otros locales de la zona , para mi , desde luego si estáis cerca os lo aconsejo , ahora para irme desde el pueblo a una hora y poco , tengo opciones parecidas , mas cerca .

Servicio profesional y el señor Dámaso, un crack, de los que quedan pocos en sala.

En principio el lugar,no es para cobrar esos precios de 40€ para arriba,y llevando tu el vino.
Por 20€ se come en otros sitios mejor que aquí y con mucho más renombre y más caliente el local.
No tanta pijoteria
Siempre hay que aprender
Aquí tiene que aprender,primero el lugar,una casa normal adaptada a bar Mesón,que entras por los servicios,2º la calefacción hay que ponerla,en cuanto a la cocina no está mal pero se puede mejorar,experiencia del personal también el precio muy exagerado si bajase el precio tendría más clientela,la pela es la pela y otros tienen más calidad y son más baratos.
La gente normal sólo acude una vez por los sablazos,y si hace lo mismo que la loba parda apaga y vámonos.
Yo creo que en época de crisis y no crisis ya está bien los 25€ por mucho que diga su elaboración,soy profesional y un plato de esos te sale por 11€ como mucho,sea rabo de toro o de vaca con patatas.

Además del Pisuerga, y el Esgueva, el Duero también pasa por Valladolid, en concreto por Puenteduero, un barrio, antiguo pueblito, a unos 8 Kms del centro de la ciudad, entre pinares y conocido por los moteros porque allí acampan los Pingüinos.
Pues bien, ahí se ubica el restaurante Dámaso, al que hice una primera visita animado por las buenas críticas de, entre otros, los foreros de Verema.
Ubicado en una casa molinera, el restaurante es pequeño y con decoración más bien normalita. Mesas bien vestidas y copas y vajilla de calidad.
Característico de Dámaso es que carece de carta. El propio Dámaso te canta lo que tiene, que vienen a ser media docena de entrantes y otros tantos segundos. Hay quien valora positivamente ésto pero a mí personalmente me gusta ver la carta, "estudiarla" y decidir teniendo en cuenta también, por qué no, el precio.
Como deja llevar tu propio vino, sin cobrar siquiera descorche, eso hicimos, así que desconozco su carta de vinos y, por ese motivo, no valoro el servicio de vino.
Decidimos, a propuesta de Dámaso, hacer una especie de menú degustación, con 3 entrantes, emplatados mitad para cada uno, y medio segundo por persona.
Antes, aperitivo invitación de la casa: una muy buena crema de calabaza con hígado de rape.
De entrantes (9 € cada medio):
- Atún rojo macerado. Quizás lo mejor, cuidada presentación y exquisito de sabor.
- huevo pochado con trompetillas y trufa sobre sopa de cebolla. Muy buena conjunción de sabores y texturas.
- Arroz con ibéricos. Sabroso, quizás tanto como para cansar sí fuera un plato entero pero adecuado a la media ración. Sin embargo un peldaño por debajo de los dos anteriores.
De segundos, pichón y rabo de toro. Este último (12 €) excepcional, el primero (11€) sólo notable.
Imprescindible dejar sitio a los postres. Todo pintaba sensacional pero sólo nos cabía un, para compartir, tocinillo de cielo con mango y piña. Orgásmico. Me comería una docena sí mi colesterol me lo permitiera.
Buenos cafés acompañados de arroz inflado con chocolate negro y blanco (vamos, como chococrispis). Invitación a licores dejándote la botella en la mesa.
Buen pan, con más de una variedad, que¡Aleluya! no te cobran, y te reponen.
Lo contado, y una botella de agua, 83€ para 2 personas.
Para volver.

Dámaso nunca defrauda. Esta vez me sorprendió con un atún rojo macerado más jugoso que los niguiris del Kabuki. Sin duda volveré.

Hacía dos años que acudía a este restaurante y aprovechando la vuelta de Toro, esta vez ya era una parada obligada.

Tras un ratito de cháchara con Dámaso, nos acomodamos en la sala, que se encontraba con una buena temperatura.

Cuatro comensales fuimos dando cuenta de:

Aperitivo de la casa, que contiene espuma de guisantes, con vinagreta de calamar y cortezas de cerrado, presentado en un vaso.

Compartimos, pero emplatados:
- Guisantes de Tudela con jugo de merluza, boquerón marinado y un poquito de patata cocida. Guisante pequeñitos, finos, finos con su puntito de dulzor
- Espárragos naturales confitados y asados, con anillas de calamar a la plancha, aire de parmesano y un salsa romesco muy suave. Buen conjunto, con una textura de los espárragos muy lograda.
- Arroz de iberios, casi tipo risotos. Solo cumplió

Y luego de plato:

Steak Tartar

Pichón deshuesado.

Cocochas de merluza con pesto de berza, puerro horneado u espuma de gazpachuelo.

Mero con una base de salsa negra y garbanzos verdes.

Todos con un buen nivel, llamando la atención los garbanzos verdes, por su rareza, al menos para mí.

De postre compartimos:

Helado de café.

Torrija de brioche sobre crema de mascarpone y helado de vainilla.
Como en otras ocasiones, hemos llevado el vino (en este caso Toro al volver de la feria de Vino de Toro) muy bien servido y sin cobrar descorche.

Conclusión al final, ha sido que se realiza una cocina de producto y bien tratado (curiosamente hace dos años justos y comí platos similares, sin haberme percatado de ello hasta ahora), lo cual puede indicar que se prepara lo que está en ese momento en su mejor punto, sigue sin carta recitando Dámaso lo disponible y el servicio del vino sin cargar con descorche, lo cual siempre es de agradecer.

No sé a cuanto ascendió al final el importe.

5 comensales en un reservado (lástima que no esté bien caldeado y se pase algo de frío). Nos ofrecen de aperitivo brandada de bacalao con lentejas secas (me ha gustado el contraste de las lentejas crujientes con la suavidad de la brandada). Tres primeros a compartir:
alcachofas fritas con carrillada de cerdo, arroz con salmonetes (muy rico) y pulpo al horno con pure de patata violeta. De segundos: rabo de toro, 2 solomillos, pichón y bacalao al pilpil. Todos hechos con maestría.Postres:torrija de brioche, helado de violetas, pastel de chocolate, fresas calientes al rón (quizás el más flojo de los 5) y tarta de queso. Sin duda repetiré pero mejor en verano.

El dibujo que el compañero Jacomur ha hecho del local y entorno me parece perfecto, pero me atrevo a añadir, que las posibilidades de aparcamiento a la puerta del local son numerosas y que a la entrada existe un pequeño jardín, que según me comento su dueño, es donde en unos días se instalaran unas mesas para poder degustar la cocina y la carta de vinos sin desestimar la zona anterior.

Nada de añadir a la carta de vinos a lo descrito y en esta ocasión llevamos nuestro vino sin ningún cargo (Castaño colección 2005) perfectamente servido.

Acomodados 2 comensales, hemos dado cuenta de:
Aperitivo detalle de la casa, que fue ajoblanco con tomate confitado: buen punto, sabor de los de siempre y tomate confitado excelente.

Medias raciones de:
Huevo poche, con puntas de espárragos blancos de la zona, sobre falso risoto de espárragos, con perrechicos y aire de aceite de oliva. Perrechicos todo nariz y espárragos todo diente.

Guisantes tiernos con espuma de patata, lascas de jamón y yema de huevo: ¿os acordáis de los guisantes de ante? Pues de esos.

Arroz con foie y jamón ibérico, en tipo risoto: cada cosa sabe a lo que tiene que saber, sin enmascarar unos a otros y el arroz en su punto.

Platos:
Steak-tartar, a medio punto, con sus tostadas, hechas de entonces mismo de `pan de los de antes: bien.

Lengua con cangrejos y alcachofas (no se añadieron caracoles ante la voluntad del comensal): otro bien.

Postres:
Torrija de brioche, sobre crema de maracuyá y helado de coco y crema de queso Idiazabal con gelatina de naranja sanguínea y nueces: Los 2 muy bien.

Dos botellas de agua y dos cafés completaron la comida.

Precio total (evidentemente sin vino) 89 euros.

En mi primera visita de este año a Valladolid no dudé en volver a comer al rte Dámaso. Nuevamente nos sorprendió. No describo el rte. pues lo he hecho anteriormente, sigue todo igual con su buén y agradable servicio. Esta vez conociendo que los comensales podemos llevar el vino de sobaquillo me tomé esa libertad. La carta es recitada por el mismo Dámaso, hoy tenía 10 entrantes, 8 segundos y 6 postres. Comenzamos con un aperitivo, gentileza de la casa, compuesto por un aceite de oliva, variedad arbequina de nombre Olivar del Valle, es un por de Navarra para una empresa de Valladolid, muy frutal y elegante y una crema de apio-nabo con foie-gras ¡exquisito! como para pedir de ello el primer plato. Eramos tres comensales y tomamos de primeros: Huevo pochado, con mollejas y pimientos, buena combinación y su resultado era magnífico(9,00 E); Menestra de verduras con jarrete de cordero y salsa de setas(9,00 E) las verduras al dente y cada una con su sabor; Foie-gras fresco (9,50), abundante y a mi punto de gusto, muy bién. De segundos nos inclinamos, con baste meditación por las excelentes ofertas de platos que nos recitaban, por : Tartar de solomillo y espuma de aceitunas negras(22,00) buena ración, la carne estaba muy fina y gelatinosa, maridaba muy bien con la espuma de aceituna; continuamos Mero con espuma de berberechos, laurel y azafrán(24,00) fresquísimo el pescado, al que realzaba la espuma, le daba sabor muy marinero, y la magnífica mezcla del laurel y azafran ; Bacalao con callos de bacalao y salsa de setas(1/2 ración:11,00), buén bacalao, muy gelatinoso y casi crudito por dentro,¡Como debe ser!. De postre, yo me tomé el consabido mil hojas de manzana con crema inglesa y la galleta de mantequilla de tiramisú(4,50) magnífico, continuamos con Fresas salteadas con ron y helado de coco(4,50) extraordinario y cerramos con Torrija de brioche con maracuyá y helado de mango(4,50) de calidad igual que los anteriores. Yo recomiendo dejar un hueco en la comida para poder tomar sus magníficos postres. Para beber me llevé de casa una botella de Quinta Sardonia Q-2, gran vino que nos sirvieron en copas Riedel y sin costo de servicio por el descorche, agua mineral Bezoya y dos cañas de cerveza.Magnífica comida con un Dámaso cada día mejor Dámaso.

Gratísima sorpresa me he llevado con este singular rte., sito en pueblo-barrio de Valladolid a tan solo 10 km del centro. Está a la entrada del pueblo en unas casas bajas y la suya destaca por que está pintado de un bonito color "vino", hay que fijarse mucho por que apenas tiene publicidad externa. Acaba de redecorar el local, dándole un aire moderno, con tapas de madera de grandes vinos y botellas (vacias) de las mismas. Es pequeño y solo sirven 22 cubiertos por servicio. La carta prácticamente cambia todos los días y es el mismo Dámaso quién la recita. Hoy tenía 7 entrantes, 5 segundos y 4 postres. La carta de vinos la hay y con cosas muy interesantes y amplia, españoles franceses (Loire, Borgoña, Burdeos, Champagne), húngaros, sudamericanos, abundan Riberas, Toros, Rueda, Méntrida, Valdeorras, pero lo que se estila aquí es que los comensales lleven sus propias botellas y más sorprendente "no cobra el descorche" ni el servicio de copas. El servicio es profesional, atento y sin atosigar, cosa que yo agradezco mucho pues se puede hablar en intimidad. Tomamos: un aperitivo de crema de patata con alcachofa y berberecho, sorprendente fué el resultado (invitación de la casa), después continuamos con los primeros platos: Callos, muy ricos, gelatinosos y melosos (9,00). Arroz con setas (cantarelus, trompetillas de la muerte, boletus edulis y níscalos) y liebre deshuesada(14,00) estaba extraordinario. Y Alcachofas con fideuá de pescado, sorprendente (9,00). De segundos: Solomillo de carne roja, coj.....,sabrosa, blanda y en su punto poco hecha (22,00). Guiso de lengua y morros con puré de manzana y una salsa creo que de oporto, buenisima, melosa y aterciopelada (16). Y unas manitas de cerdo rellenas de Foie de pato, pura gelatina, aunque un poco escasa que luego compensó (18,00) y para sorpresa nuestra el bueno de Dámaso nos cierra la comida con Anguila y setas(trompetillas de la muerte) muy rico (invitación de la casa). De postre, para compartir entre 3 comensales: mil hojas de manzana con crema inglesa y maracuyá, buenísimo (4,50) y Torrija caramelizada Y yo diría que dados los pocos cubiertos que dan imprecdindible reservarcon salsa de maracuyá y helado de coco, riquísimo (4,59). Para beber un ribera del Duero que no conocía: Avan concentrado del 2006 de B. Juan Manuel Burgos (21,00), un gran vino, muchísima fruta y muy equilibrado aún con casi 15º, de cuerpo. Sirven medias raciones por si se quiere probar más platos. Un sitio para volver.Y creo que imprescindible reservar, dados los pocos cubiertos que dan por servicio.

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