Esas fueron las palabras que despidieron nuestra ultima visita a "Los Rosales". Y digo la ultima porque no volveremos nunca mas. A continuación explico el porqué:
Viaje a levante de fin de semana de septiembre:
- "paramos en Los Rosales, no???. compramos tal y tal y tal y tal...". Como siempre, vamos...
- "pillamos un botellita de blanco, vemos los vinos tomando una copita, nos abastecemos y seguimos, ok?". Como siempre, ya digo...
Cuatro botellas en la barra, con sus precios en las cápsulas, como los ponen aquí:
- "yo pillaría predicador blanco".
- "Ea, pues así sea".
15,90€ tenían la culpa. Hasta que nos sirvieron en las copas... A los dos minutos en mismo camarero aparece con la cápsula mencionada y con una cantinela:
- "el precio no era este, eh?. Son 19,90€, que el precio ha cambiado...".
- "jajajaja...!!!" (Risas...). - "Pues ya no lo queremos... Jajajaja...!!! (Mas risas... De buen rollo, vaya... como siempre).
Seguimos con el plan...: selección de vinitos para el finde y paso por caja para el pago correspondiente.
Y hasta aquí llegó el buen rollo... Comentario de la Ljugada:
- "que ha pasado con el precio del predicador ese???". Con toda la confianza de años de relación como clientes.
- "nada, que el precio estaba mal...", en un tono seco, cortante, desafiante.
Extrañeza, pasmo, alucine. No lo podíamos creer. No vamos a extendernos más en la argumentación, muy desagradable, desde luego.
Pero así fue. Y este es el fin de nuestra historia con Los Rosales. Queríamos compartirlo con vosotros y así lo hemos hecho. Nos sentó muy mal.