Restaurante Mesón Los Rosales en Atalaya del Cañavate
Restaurante Mesón Los Rosales
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
6,30 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
23 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.1
Comida COMIDA
6.3
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
6.4
Mesón Los Rosales
Opiniones de Mesón Los Rosales
OPINIONES
20

No me ha gustado nada la comida estaba recalentada parecian sobras y encima preguntamos si lleva cebolla nos dicen que no y estaba lleno de cebolla , las croquetas carisimas ,pero encima era una pasta caldosa y el camareo antipatico.NO lo recomiendo ,es caro y pesimo. La comida asquerosa . No voy a volver 👎🏻

En esta oacsión el tema horario de carretera se conjuga para que rondando las 15 h estemos en el km 175 de la A-3 con lo que, la parada obligada de compra de vinos, se alarga un poco más con la necesidad de comer.

El local mantiene sus mismas esencias, destacando un nuevo armario / nevera con buenos caldos que aisla un poco la zona de cafetería antigua, a la que se ha añadido de forma separada por una entrada una ampliación, y está casi todo lleno. Se nota que es día de carretera.

Sin cambios en la carta de comidas, donde se hacen recomendables siempre los platos de cuchara, así que nos quedamos con:

- 2 raciones de fabes con perdiz que resultaron en ración correcta, buen punto de cocción, algo en exceso de pimentón rojo y con ajustada presencia del ave.

- Unas verduras a la plancha a compartir al centro: buen punto de plancha en cada una de ellas, buena ración y variedad, como siempre.

- cestillo de pan y un pequeño cuenco con patatas chip por cortesía.

- 2 cafés y un Miguelito (de crema) por capricho

Parar beber un botellin de Mahou Sin en buena copa fría y una grande agua sin gas (Fuente Liviana). El resto de copas merece una renovación.

Todo con un servicio profesional, rápido y efectivo. En poco más de media hora, de regreso a la carretera para la salida del puente.

Los precios están igual o algo más baratos que en 2013 aunque han bajado un poco las raciones. ¿Lo mejor? Poder comprar novedades de vinos a buen precio. Y además un buen aceite.

De regreso del Salon Peñin y a punto de cerrar el local, se plantea una cena rápida para no llegar muy tarde a casa.
Así que a la barra y de bocata: elegimos el jamón ibérico. Un pan que no está mal a pesar de ser el final del día pero que mejora con un poco de AOVE Valdeolivas y con una generosa ración de jamón ibérico aunque de corte algo grueso pero que en bocata no desmerece. La ración del bocadillo es de no quedarte con hambre y costar de acabar.

Un par de cervezas y un par de cafés. Repaso por la tienda para comprar vinos: Romanico 7.10€, Dominio de Tares godello 11.90€, Bolo 9€, / Fuentes 14.70€, Juan Gil 18 meses 19.95€.

Carretera y manta.

Una costumbre muy española la de almorzar y que en este caso de la autovía Madrid-Valencia sirve para esa parada que marcan las normas de tráfico. Cualquier excusa es buena. En nuestro caso y dado que íbamos directos al Salon Peñín a catar vinos, pues se hace necesario no llegar en ayunas. Barra llena y buenos coches en el aparcamiento lo que da tranquilidad de que vamos a por buen material.

Un agua de Vichy y una caña fueron la parte líquida.
En la sólida un pincho de tortilla de patata con su aporte de cebolla en buen ración y altura, jugosa pero sin líquido interior. Un bocadillo de tortilla de patata con chorizo (embutido, no fiambre) recien hecho que refieren como buen complemento.
Un cortado y café solo, ambos buenos incluso siendo descafeinados.

Visita a los aseos como excusa para ver la bodega, miradita a los vinos para ver si al regreso paramos y compramos. Y al coche para llegar al salón lo antes posible no sea cosa que se acabe.

Ya de regreso del fin de semana, y como alto en el camino más para comentar novedades y comprar vino, una parada para comer (entre merienda y cena), por lo que esta vez nos quedamos en la barra para bocadillos.

Bocadillo de tortilla francesa con jamón y otro de tortilla de patatas con jamón. La ración es casi doble, bien las tortillas con buena loncha de un jamón aceptable. Comida para salir del paso, hacer descanso y seguir carretera.

Para beber una de agua pequeña, una copa de vino Finca Antigua 2010 de una buena syrah. Dos cafés solos descafeinados buenos y que se agradecen tras 500 km de coche seguidos.
Esta vez compra de caja de vinos surtidos de cosas interesantes para ir probando, amén de una garrafa de aceite propio de ellos en espera de que se saque la nueva cosecha que aún no estaba. En material 124.70€.

De camino a Madrid, es de las opciones que me gustan para comer por el tema de la compra de vinos y poder discutir y aprender de vinos nuevos con Javi. Sales de carretera con horario para comer allí, haces parada antes de la M-40 que siempre es una sorpresa de trafico y con mal apaño para buscar sitio para comer. Detallaré precios por los últimos comentarios inflacionistas.

Pan y servicio de mesa (2.25) en un comedor bastante vacío para lo habitual. De primero plato de cuchara: sopa de cocido (5€) bien y Fabes con perdiz (13.40€), las fabes deberían haber tenido algo más de tiempo de cocción, caldo denso y buena cantidad de perdiz.

De segundos: ensalada con perdiz (19.90€), pero habia que llamarla perdiz con ensalada ya que había perdiz para dar y regalar. La otra opción fue verduras a la plancha (14.90€), un clásico, también más que abundante ración, bien hechas cada una con diferente tiempo en plancha.

Para beber: agua grande (1.90€) que quedó para el viaje (1.25 litros), copa de vino selección (3€) que no apunté y tomé por recomendación directa, lástima porque estaba francamente bueno.

Dos descafeinados (a 1.10€) solos correctos y un Miguelito de crema para compartir (1.10) muy bueno.

Quizás las verduras están algo elevadas de precio, siendo el resto normales a falta de añadir el IVA (10%)
Por lo demás buen servicio, bastante rapidez siempre de agradecer pero más en parada de viaje. Alguna compra, esta vez chocolates y dulces (no incluido en el costo); el vino esperará al regreso hacia casa.

Esas fueron las palabras que despidieron nuestra ultima visita a "Los Rosales". Y digo la ultima porque no volveremos nunca mas. A continuación explico el porqué:

Viaje a levante de fin de semana de septiembre:

- "paramos en Los Rosales, no???. compramos tal y tal y tal y tal...". Como siempre, vamos...
- "pillamos un botellita de blanco, vemos los vinos tomando una copita, nos abastecemos y seguimos, ok?". Como siempre, ya digo...

Cuatro botellas en la barra, con sus precios en las cápsulas, como los ponen aquí:

- "yo pillaría predicador blanco".
- "Ea, pues así sea".

15,90€ tenían la culpa. Hasta que nos sirvieron en las copas... A los dos minutos en mismo camarero aparece con la cápsula mencionada y con una cantinela:

- "el precio no era este, eh?. Son 19,90€, que el precio ha cambiado...".
- "jajajaja...!!!" (Risas...). - "Pues ya no lo queremos... Jajajaja...!!! (Mas risas... De buen rollo, vaya... como siempre).

Seguimos con el plan...: selección de vinitos para el finde y paso por caja para el pago correspondiente.

Y hasta aquí llegó el buen rollo... Comentario de la Ljugada:

- "que ha pasado con el precio del predicador ese???". Con toda la confianza de años de relación como clientes.
- "nada, que el precio estaba mal...", en un tono seco, cortante, desafiante.

Extrañeza, pasmo, alucine. No lo podíamos creer. No vamos a extendernos más en la argumentación, muy desagradable, desde luego.

Pero así fue. Y este es el fin de nuestra historia con Los Rosales. Queríamos compartirlo con vosotros y así lo hemos hecho. Nos sentó muy mal.

Pues sí que ha subido el precio en un año pues casi nos costó lo mismo y comimos menos.
Sin cambios más allá de los ya descritos en el local. Más lleno si cabe que el año pasado con rotación constante de mesas además de estar llenas las mesas de la terraza, donde hacía más calor que en el interior.
Un agua grande, una copa de crianza 2008 de Obalo, bien. Pan (cobrado aparte). Para acabar con dos buenos descafeinados solos.

Unas fabes con perdiz correctas. Una ensalada de perdiz con más perdiz que verde y además bien de escabeche. Para compartir unas verduras a la plancha, ya descritas con todo: zanahoria, setas, champiñones, calabacin, espárragos, tomate, cebolla, pimiento verde y rojo... Todos los platos en raciones más que abundantes.

Sacaba un billete de 50€ para pagar y me quedé corto.

Parada camino de vuelta a Madrid en Los Rosales. Un vistazo a la tienda para elegir vino para la comida y enseguida se acerco Javier que se acordaba de nosotros y de que teniamos pendiente comprar Gallinas y Focas cuando lo repusiera. Pues bien… ese fue el vino de la comida.
El mismo nos acompañó al comedor donde estuvimos hablando de vino y enseguida nos dieron las cartas. Estas han cambiado y observamos un importante incremento en el precio de los platos, siendo la mayoria de los segundos en torno a 20 €. Asimismo algunos primeros algo exagerados como la ensalada de perdiz a 20 € o las verduras a la parrilla a 15€.
Incluso el aperitivo fue mas pobre que otras veces: unas tristes aceitunas
Nuestra eleccion fue:
- A compartir las verduras a la parrilla porque sigo reafirmandome en que son quiza las mejores que he comido: variedad, cantidad y calidad. Cero grasa y perfecto punto de plancha

Segundos:

- Cabrito asado (fuera de carta) que cobraron a casi 23 €. Era una pierna de lechal que de no ser porque estaba claramente recalentada habria estado buena. Muy mal ya que no se puede ofrecer un plato fuera de carta que no sea el “estrella” del dia
- Bacalao de Feroe en papillote. Cumplio el cometido que yo perseguia que era tomar un plato ligero. Solo hecho con verduras en el papillote. Bien sin mas

Ambos platos de gran cantidad pero elaboracion regular. Observamos que la mayoria de la gente tomaba el menu (a 12,9 €) y nos parecio con mejor ejecucion al menos a la vista.

El vino resulto perfecto.
La cuenta ascendio a 81,37 € con el vino incluido (sin cobrar descorche) a 21,32€.
En resumen, el lugar esta bien, la atencion es buena, el servicio del vino y su precio esta genial pero “se han subido a la parra”. Repetiremos y probaremos la opcion menu a ver si hay mas suerte.

Lugar ya descrito aunque han habido algunas reformas: ha desaparecido el mostrador de quesos y se han habilitado más mesas en el comedor exterior (de la barra de bar). La parte de delicatessen ha sufrido un drástico recorte y se ha sustituido por más producto de turismo: miguelitos y productos de horno en general. Ha perdido algún aliciente. Servicio rápido y correcto.

Paramos a almorzar y ver el tema de vinos del que habian pocas novedades a la vista y aún quedaban cajas en el pasillo. Para beber 3 cañas bien tiradas y 2 copas de vino Gran Fontal 2008 muy correcto.

De sólido: 4 bocadillos de muy buen tamaño, pan aceptable que fueron 2 Pepitos de ternera en buena ración, bien de plancha y con tomate en el pan (cobrado como extra) buenos; uno de tortlla de patata que se quedó seco. Otro de atun en aceite bueno.
Acabamos con 3 carajillos.

Había estado comiendo y me pareció una cocina con más opciones que ahora en el almuerzo. Barra llena y muchas mesas ocupadas. Sigue pareciendome una muy buena opción de parada en el camino.
Ojo al precio que es almuerzo y no comida.

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