Cada vez que tengo que hacer el recorrido Madrid-Valencia el primer pensamiento lo ocupan las terribles colas, los kilometros, el cansancio...pero desde hace algún tiempo ya, estos pensamientos negativos se ven desplazados por un "menudo atracón me voy a dar en Los Rosales"

Absolutamente recomendable. No solo por el servico, la limpieza y la profesionalidad de todos los que trabajan allí, si no por la calidad de los productos que sirven y venden. Quien hubiera dicho que en un lugar tan remoto tuvieran una variedad de productos gourmet semajante.

Tanto si quereis hacer un alto en el camino para picar algo, como si eres un amante de los buenos y vinos, no debes dejar pasar la oportunidad de parar en esta perlita al borde de la carretera.

Digo que lo peor es la carretera porque es una faena no poder tomar uno de los buenos y variados vinos que tiene. Lo mejor es que puedes comprarlos y llevártelos para beber en casa: y puedes elegir: Vega Sicilia, Cirsion, Pingus... no será porque no hay buenos.
Comida de camino para dos. Puedes elegir restaurante y bar, bien barra o en mesitas de bar incluso en terraza. Elegimos esta vez mesitas de bar del interior al lado del enorme mostrador de quesos.
Rápido anteción, muy aceptable cubertería, cristalería, cambio de cubiertos. Atención correcta pero amigable (y eso que se le habia colgado el sistema informático!).
Una gua pequeña, una cerveza sin de barril muy correcta. Pan que no catamos porque no cabía ya que las raciones son generosas.
De primeros alubiones con perdiz en su punto de cocción, textura y sabor, con no mucha perdiz (otras veces me ha tocado mucha) y verduras a la plancha espectaculares en muy amplia ración y hechas en su punto cada una (cosa rara). de segundos chuletitas de lechal a la brasa muy buenas acompañadas de pisto (correcto) y patatas (primero algo hervidas y lego en freidora) todas iguales de tamaño y punto de fritura (no las tipicas variadas.unas crudas y otras quemadas); el otro segundo pechuga a la plancha que además de las patatas descritas y pisto llevaba una tortilla francesa.
No hubo postre por aquello del riesgo de adormecerte con la digestion. Café y poleo.
Por supuesto compras en la tienda de vinos.

Nueva parada a comer volviendo de la costa. Terraza abarrotada y vimos que sirven los platos de la carta asi como bocadillos. Nosotros pasamos por la tienda primero donde elegimos un Castro de Valtouille para acompañar la comida. El precio en tienda era 15,95 y nos cobraron un euro mas (supongo que por descorche). El camarero que nos atendio sabe realmente los caldos que tienen alli,que son muchos. Y nos sorpendio al recordar perfectamente el vino que elegimos la veZ anterior.
Para comer repetimos la buenisma parrillada que esta muy bien hecha, nada aceitosa y variada: cebolla,pimiento rojo,berenjena,calabacin,setas,champiñon,trigueros,tomate. Abundantisima.
De segundos conejo a la brasa. Excelente braseado y una buena pieza de pierna con algo costillar.
Y tambien codillo de cerdo que probe y estaba muy bueno.
Ambos platos acompañados de un buen piesto casero y unas patatas en gajos muy ricas.
Decir que de aperitivo nos pusieron unos trozos de queso de oveja con romero en ñla corteza que tanto nos gusto que luego lo compramos en la tienda.
Slo tomamos cafes.
Todo ello por 52 €. Creo que la rcp es muy extraordinaria.

Teniamos ganas de parar a comer sobre todo por la sugerente oferta de descorche a 0 euros de los vinos de la tienda. el numero de referencias es espectacular pudiendo encontrar desde un vino manchego a un Pingus.
Elegimos para comer un Goliardo Loureiro a 24,7 € y nos lo prepararon para el almuerzo. El comedor es grandisimo y luminoso. Bien decorado y con mesas bien preparadas. Las copas y vajilla muy bien.
El servicio muy atento aconsejandonos en cada momento y pendiente de lo que pensabamos de la comida y el vino. Decidimos compartir 3 platos. Afortunadamente ¡¡¡ porque las raciones son tremendas y habia que hacer aun 175 kms hasta Madrid.
MIentras esperabamos, un plato de queso curadisimo excelente.

- Parrillada de verduras de la casa. No me gusta pedir este plato porque siempre me parece un comodin pero tanto insitieron que lo hicimos. Que verduras ¡¡ excelente punto de parrilla y aceite. Abundante racion como para 2-3 personas con calabacin, berenjena, setas, champiñon, tomate, cebolla, zanahoria y trigueros. Nos dejaron en la mesa un estupendo aceite de arbequina-picual Capilla del Fraile
- Ensalada de perdiz. De nuevo abundante racion . Yo creo que llevaba mas de una perdiz. Muy buen escabechado y buena presentacion en aro (inmenso) con lechuga, tomate, maiz, etc
- Pierna de cabrito asado. Excelente carne que se deshacia en la boca. Nada de regusto a sebo.

Solo tomamos cafe.
Una pena que esté en medio de ninguna parte especialmente para los que estamos en Madrid pero habra que planificar los viajes con intencion de parar alli alguna vez mas.
El gerente Javier en la tienda de vinos, dispensa una atencion y saber inmejorables.

El precio no pudo ser mas ajustado ya que de los 75 euros a que ascendio la cuenta, 25 eran el vino..

Un restaurante de carretera que tiene una joyas que no encuentras en muchas vinotecas de grandes ciudades.

Suelo para aqui cuando voy o vuelvo de Madrid. Para comer, algo sencillo, un consome, y un pepito de ternera, el mejor que he comido nunca, una cerveza y un cafetito. Todo muy bueno y barato.

En cuanto a la tienda de vino que tienen es acojonante y la atención del personal también. Te lías a comprar y te vas pensando que te llevarías más.

Puntuaré el vino por la tienda.

Si diriges tus pasos hacia la meseta, te gusta el buen comer y disfrutas rodeado de vinos y "delicatessen" tienes que ir a Los Rosales.
Pues eso, por todo lo que he dicho en la primera línea.
Hicimos un almuerzo/comida para "repostar". Restaurante de carretera amplísimo con una tienda repleta de productos gourmet de la zona y referencias vinícolas para parar un carro. Un amigo, paró el carro, y cargó 400 eurazos de vino. La verdad es que atiende un profesional, y si estas con el bolsillo tierno y las papilas secas, caes. Manolo cayó.
Para el estómago mucha batalla. Perdíz. Patatas pobre. Cerdo, hasta los andares. Huevos fritos... todo acompañado por una referencia castellano manchega que no acierto a recordar ya que fuí uno de los prigaos que conducía. Pues eso, 2 litros de agua.
Todo estaba buenísimo. El personal que nos atendió en el restaurante fué voluntarioso y atento, aunque estaba a años luz del señor que vende vinos en la tienda.
Desde entonces, aunque sea un café, siempre que voy a Madrid o similares paro allí.
La tienda es un peligro para el bolsillo. Merece la pena.

Viaje de trabajo Valencia- Madrid con parada esta mañana a almorzar un lomo de orza riquísimo y por la noche cenar unas tapas, buen jamón ibérico, tomate trinchado con atún, queso manchego y unos chorizos con pimiento rojo muy ricos.
La verdad es que lo que más me ha sorprendido ha sido la bodega, cajas de pingus, la nieta, alion, ... y muchos vinos de excelente calidad y abundante cantidad.
Tienen tienda donde puedes comprar un surtido enorme de vinos que ya les gustaría tener en algunas tiendas de grandes ciudades.
Por desgracia no hemos podido disfrutar del vino por estar de viaje

Realmente seguimos pensando que este restaurante de "carretera" es algo más que eso.
Ibamos a tomer unos bocatas y al final terminamos en su restaurante de ambiente claramente rústico castellano. Servicio eficiente y atento.
Carta muy castellano-manchega.

Tomamos para 2 pax:

Aperitivo de la casa unas cuñas de queso de oveja.

Entrantes:
Ensalada de la casa muy generosa
Ajoarriero muy rico, aunque lo ponen un pelín frío de temperatura.

Segundos:
Una paletilla de chivitillo para mi y el costillar para mi mujer. Esta última generosísima ración. Buen punto el del asado. Ambas raciones con patatas a lo pobre y mojete manchego.

No pedimos postres. En su lugar dos cafés.

No pedimos vino aunque como ya dije en el comentario anterior tienen una buena bodega. Solo tomamos agua y una caña.

Precio total: 66.60€ (incluido IVA y servicio y pan a 1.50€ por persona)

Efectivamente es un buen sitio para detenerse, comer algo y ver su variada bodega (más de 100 referencias y con precios un tanto altos para los vinos no manchegos).
En principio es un mesón, pero también tiene restaurante de aspecto acogedor. La comida es tradicional, con mucha presencia de lo típico conquense: ajoarriero, mojete, morteruelo, escabechados, etc. También asados.
Nos quedamos en la zona del mesón entre cajas de vinos. El servicio es atento y eficente.
Pedimos para compartir: Morteruelo (solo regular) y una ración de lomo escabechado (riquísimo).
De segundo: Dos perdices rojas escabechadas (verdaderamente bestiales, de rechupete).
Postres: Una pera a la menta y una manzana asada (bien).
Vinos: Desgraciadamente no pedimos vino por estar de viaje, pero la carta era variada (sobre todo de la zona) y no cara (por ejemplo, Gran Fontal Selección a 13€). Además no creo que pongan problemas en servir alguno de los que tienen en venta (Finca Dofí a 45€, Quincha Corral, Finca Terrerazo, Juan Gil, Abadía de Retuerta y por supuesto Dominio de Valdepusas, etc).
Precio total: 67€ (inc IVA, con una cerveza, refresco y agua).

Me he decidido a poner esta reseña porque sin ser un gran restaurante, es una de las mejoras opciones que tenemos en la autovía A3 (si uno va a Madrid, es un recomendable sitio para comer). Sorprendente la bodega que tienen y el pequeño supermercado de delicatesen. La comida bien, casera y clásica, sin más. Excelente y reitero, la bodega.