Aprovechando la visita a Ontinyent comimos en La Cuina, con ganas de visitar Sents, pero con escaso tiempo, preferimos dejar el homenaje gastronómico para un día con más calma.
El restaurante es muy bonito, con una decoración moderna, con buen gusto y parabanes para separar grupos de mesas.
Cuando llegamos, sobre las 15h, el local estaba a rebosar y nos encontramos con un menú algo menguado, lógico por la gran afluencia de comensales. No obstante, al margen de lo que indicaba la carta del menú, nos ofrecieron otras opciones, por lo que al final, tuvimos una buena variedad para escoger.
Tomé un gratinado de verduras, bastante rico en el que además descubrí algo de bacon y una berengena rellena de carne también bastante buena.
El menú ofrece, por 10€ una bebida, incluyendo una copa de vino blanco o tinto, en este caso, Ontinium (en ambas versiones), vino que se elabora en esta población, lo que me parece un acierto. Las copas son de buena calidad y al servicio del vino no se le puede exigir nada por ese precio, más que la copa rellena desde la barra y puesta encima de la mesa. No me parece mal para ese precio de menú de mediodía, la verdad.
De postre tomamos un tarta de mocca que fue lo que menos me gustó, pero que estaba correcta.
Me parece un menú atractivo, sencillo pero que por 10€ cubre las expectativas sobradamente.
Lo dicho, espero visitar en breve el restaurante Sents de los mismo dueños.