Restaurante L'Establiment en El Palmar
Restaurante L'Establiment
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Creo que por las noches
Nota de cata PRECIO MEDIO:
42 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.6
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
8.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.9
All i pebre
Arroz meloso de cangrejo azul y galeras
Arroz de pato, boletus y foie
Opiniones de L'Establiment
OPINIONES
20

Sin lugar a dudas, uno de los mejores establecimientos de El Palmar y L'Albufera. Pasan los años y sigue siendo una referencia de la comida autóctona valenciana.

Mientras llegaba la comanda, un pan de pueblo con un sublime "all i oli" clásico y otro "all i oli" de ajo negro, hicieron las delicias de nuestra papilas gustativas.

Continuamos con un "all i pebre" de ánguila, donde el peculiar pez se deshacía en la boca con toda su grasa característica  y las patatas acompañantes en su punto con todo el sabor del plato típico de L'Albufera.

Una titaina (plato típico del Cabanyal) perfectamente ejecutada con "tonyina de sorra" (y no con atún desmigado), su pimiento y tomate.

De plato principal dos arroces: Arroz meloso de cangrejo azul y galeras y un Arroz seco de pato, boletus y foie. El primero con todo el sabor del mar, raciones generosas con tropezones de sepia y el segundo contundente, con el sabor fuerte de los boletus y el foie.

De postre, Teja de almendra con helado de queso mascarpone y frutos rojos.

De bebida: Cervezas y vino blanco Godello (D. O. Valdeorras).

Para repetir una y mil veces.

  • All i pebre

    All i pebre

  • Arroz meloso de cangrejo azul y galeras

    Arroz meloso de cangrejo azul y galeras

  • Arroz de pato, boletus y foie

    Arroz de pato, boletus y foie

El otro día, en una reunión de familia que hacíamos en Valencia, nos llevaron a L´Establiment. Un gran descubrimiento en cocina de la Albufera. Un restaurante muy bien situado, fuera de los restaurantes tan turísticos que hay por allí. Tiene una calidez, tanto en el trato, como por las vistas al borde de la albufera, con unas vistas preciosas. De entrantes comimos un all i pebre exquisito, un esgarraet formidable y unas clochinas picantes en su punto. Nos pusieron dos paellas para compartir, un arroz al senyoret, en su punto, muy sabroso y una paella valenciana clásica, muy buena. Las dos ya las habíamos reservado, para su preparación. Los postres un crujientes de hojaldre con cremas y sorbetes. El vino probamos un moscatel de la Marina. Muy buen restaurant y uno de los mejores arroces que he probado.

Soy asidua a l´Establiment desde hace años con mi familia. Me parece que es el mejor sitio donde me he comido una paella y sobre todo donde vuelvo y siempre mantienen un nivel medio increíble.

Además el ajoaceite está buenísimo como entrante y las vistas son inmejorables de las acequias de la albufera.

Servicio muy cuidado y detallista.

Uno de mis preferidos

Un amigo que venía de visita a Valencia me pidió un buen restaurante para comer paella y aquí que nos presentamos.

Primero dar mi agradecimiento a G-M, otro miembro de Verema, que con sus acertados consejos siempre voy bien encaminado. Gracias.

Pedimos mesa en la zona que da vistas al canal, una parte tranquila, con buena iluminación y unas vistas atractivas.
El lugar me pareció correcto pero quizás demasiadas mesas en esa zona, no llegaba a molestar pero cuando hay mucha gente se nota.

Para empezar:
El típico esgarraet. Muy rico y bien elaborado, aunque un poco justo de cantidad.
Chipirones en su tinta. Tiernos y jugosos, bastante bien. Aunque me gusta más la receta tradicional a la plancha con su salsita.

Principal:
Paella de marisco. Arroz en su punto exacto, con una fina capa, servido en la paellera. Excelente.

Postres:
Yo me tomé unas lágrimas de chocolate, que por el nombre pensé que me servirían dos trocitos de nada, pero tenía razón el metre, no me defraudó. Bien de cantidad, excelente en sabor.
Un par de postres más de un helado con base de galleta, bastante bien.

Vino.
No soy entendido en vinos, aunque aprecio lo que me entra bien por el paladar.
Hubiera preferido un vino blanco, pero el anfitrión ya que se encargaría de la cuenta no había que ponerle pegas en elegir el vino que le plazca.
Pidió un tino, valenciano, que no recuerdo el nombre pero estaba estupendo, me he quedado más ancho que largo …….. :-), creo que era Castillo de Enguera, o Castillo de algún lugar.

Todo, más el servicio de pan con allí oli, tomate y agua 105 euros para tres personas.

Una observación:
Yo estaba empecinado en mi idea de siempre pedir arroz para menos personas, porque entre los entrantes y el postre termino siempre comiendo más de lo debido, quedándome sin merendar y hasta sin cenar algunas veces, cosa que veo poco saludable.
Pedimos paella para dos pese a ser tres personas, una era poco comedora, y entre los entrantes, los postres y los cafés, yo me quedé de lujo.

Si en casa tomo para comer un plato principal más algún ligero entrante o postre ¿por qué me atiborro en un restaurante? Muchas veces no sabemos pedir (hablo por mi y algunos amigos).

Saludos

Este restaurante para mi tiene algo, tiene duende.

Para llegar tienes que cruzar todo el pueblo de El Palmar y saliendo ya de él, tras atravesar un pequeño descampado, lo encuentras, a la orilla de un canal de La Albufera.

Tienes tres ambientes bien distintos: fuera, en la terraza, que a mi no me agrada; en la sala interior, sin encanto especial; y en una especie de porche acristalado que da al citado canal, donde se encuentra uno divinamente.

Decoración rústica, con buenos materiales. Separación de mesas holgada, así como la distancia entre comensales. Mantelería, cristalería y cubertería muy correctas.

No sé, es subjetivo, pero hay algo en ese pabellón que me hace estar tremendamente cómodo y relajado. Esa atmósfera limpia y luminosa, la cristalera, el reflejo del sol en el agua…

Cocina típica de La Albufera, pero con mano experta y género de primerísima calidad. He estado en muchos restaurantes de esta zona y no he encontrado ninguno que me guste como éste ni de cerca.

En esta ocasión tomamos:

----- Entrantes:
Croquetas de bacalao con titaina. En realidad se trata de dos platos, y así te los cobran, lo cierto es que combinan a la perfección.
Sepionet en su tinta. Insuperable el género y su punto de cocción.
All i pebre. Suavecito, a mi me gusta más cargadito de pimentón y de picante. La primera vez que lo probé, hace años, me dio bastante reparo por los prejuicios hacia la anguila. Hoy es un plato que me entusiasma, pero como digo, agradecería más fuerza en este caso concreto.

----- Principal:
Arroz a banda. Siempre que me piden mi opinión sobre un buen arroz en Valencia le pregunto si le importa desplazarse unos kilómetros, y si me responde que no, le envío aquí. Con una encomiable regularidad, consiguen el punto perfecto para mi gusto. La capa finita y el grano enterito, que se va reblandeciendo con cada cucharada… Y con ese alioli insuperable de L’Establiment que merecería capítulo aparte. Lo comemos por costumbre ya al centro, directamente de la paella, haciendo un triángulo que delimita la ración de cada uno y… ¡ay de quien se pase! ;-)

----- Postre:
Helado de violetas. Lo probé el primer día que comí en este restaurante, calculo que hace unos diez años, y desde entonces no pido otra cosa. Me parece perfecto tras un arroz a banda.

Acompañamos la comida de principio a fin con un chardonnay de E.Mendoza. Tratado sin mimos especiales pero bien de temperatura y en copas decentes.

El servicio es sobresaliente, capitaneado generalmente por Jose Luis (aunque en esta ocasión no estaba) un profesional como la copa de un pino.

Hace tiempo que no volvía, disfruté como un enano, eso sí, subidito de precio.

Para la comida del Domingo en nuestro fin de semana en Valencia reservamos en L'establiment que nos quedaba cerquita después de visitar L'Albufera. Magnifica la atención de sala. Empezamos con unas tellinas, excelentes y un all y pebre (guiso de anguila) que pobrábamos por primera vez y nos gustó mucho. Luego un arroz del señoret (de marisco pelado) excelente. Acabamos con unos sorbetes de mandarina. Para beber un Bahía de Denia, ligero y sin complicaciones. En definitiva, todo muy bien, un sitio recomendable sin duda.

Regresando a Barcelona desde tierras andaluzas, decidí regresar a L'establiment. Había estado hace 4 años y me dejó muy buen sabor de boca. Íbamos en familia los 5. Me costó llegar un poco pero al final encontramos el restaurante, que estaba abierto a pesar de ser lunes. Poca gente. Buen trato desde que pusimos lo spies en él. Mesa redonda. Ya se presentía que pintaba bien. De entrantes picoteamos antes de los arroces: calamares, pimentada, croquetas y unas clotxinas (mejillones del lugar) sabrosísimas. Y de segundo tres pedimos arroz a banda y dos arroz negro. Impecable. En su punto. Como me dijeron la primera vez que fui, de los mejores arroces que se pueden hacer en este país.De postres compartimos dos postres ( uno de manzana y otro con chocolate) que estaban sencillamente espectaculares. De vino, como debía seguir conduciendo, tomé solo una copa de vino blanco de la casa rico, rico.

En definitiva, de obligado paso cuando se vaya por Valencia. El desplazamiento vale la pena. Volveré. Seguro.

Mi marido y yo volvimos a L'Establiment después de una larga temporada sin ir y no nos falló. El trato desde el primer momento a la hora de llamar para reservar mesa fue impecable. Llamamos a útima hora un domingo y el gerente sin dudarlo nos puso mesa, cosa que en muchos otros hubieran dicho que estaba lleno. LLegamos y nos sentamos en la bonita terraza nueva que tiene - unas mesas espaciosas y modernas al lado de la albufera y tomamos un aperitivo. La comida como siempre fue exquisita - tomamos unas gambas frescas salteadas con jamon, unas tellinas y una paella de pollo y conejo - la mejor de Valencia. Tiene un sabor magnifico! Todo de alta calidad y un servicio de mesa y de vino perfecto! No pudimos con postre pero creo recordar tambien deliciosos. Tomamos un café y chupitos (invitación de la casa) Para terminar una agradable comida el gerente insistió que tomaramos algo en la terraza mientras limpiaron el comedor- cosa que hicimos (ya eran 6 y pico!!) Lo que no esperamos para nada era el amable geste del gerente a invitarnos a unas copas - un detalle grande. Volveremos pronto - este restaurante no defraude nunca y cada vez mejora. Salimos muy contentos!

Hoy he comido en L´Establiment y debo reconocer que ha sido todo un descubrimiento. Tras aparcar (el parking puede ser que sea la única nota negativa de mi crítica) me sorprendió la calidez del local y sobretodo el magnífico trato, en particular del gerente, Jose Luis. La ubicación del comedor es magnífica, prácticamente al borde de la albufera, proporcionando unas vistas preciosas. Como atención, perfecto, desde que llegamos hasta que nos fuimos. De entrantes comimos albóndigas de bacalao y pisto (ambos deliciosos), tellinas, y un all i pebre exquisito. En cuanto a la comida, el plato fué un arroz al senyoret, en su punto, y sabrosísimo. Los postres desde luego pusieron la guinda a la comida, crujientes de hojaldre con cremas y uno, con manzana servido caliente, sin duda el mejor, la guinda de toda la velada. Hasta el café estuvo sobresaliente. He ido a comer a varios restaurantes en El Palmar, incluso siempre había ido a uno durante toda la vida, pero me quito el sombrero ante L´Establiment, volveré por supuestísimo.

Invitados por un valenciano a comer cocina de la tierra, en la zona del Palmar, para “allá que nos vamos” un domingo al mediodía, tras pasar previamente por “el Jomi” (ver comentario) y por tanto casi comidos.

De entrada dos detalles me llamaron la atención, la afabilidad del propietario y las vistas desde la mesa en la que nos colocaron en el anexo, donde casi literalmente estábamos encima del agua.

Tres comensales, nos decantamos por la titaina, por las croquetas de bacalao, tellines y un arroz del signoret.

De postres 2 tomamos helado con una presentación particular.

En conjunto agradables los platos

Tomamos Dominio de la Vega, con un servicio adecuado.

Cerramos tras los cafés con unos GT al martillo (Hendricks con fever tree) curiosa manera de quitar el gas la tónica.

Lugar interesante, cocina que cumplió, muy buen trato y mejor entorno

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