Arrocito en El Palmar... ¿dónde mejor?

Este restaurante para mi tiene algo, tiene duende.

Para llegar tienes que cruzar todo el pueblo de El Palmar y saliendo ya de él, tras atravesar un pequeño descampado, lo encuentras, a la orilla de un canal de La Albufera.

Tienes tres ambientes bien distintos: fuera, en la terraza, que a mi no me agrada; en la sala interior, sin encanto especial; y en una especie de porche acristalado que da al citado canal, donde se encuentra uno divinamente.

Decoración rústica, con buenos materiales. Separación de mesas holgada, así como la distancia entre comensales. Mantelería, cristalería y cubertería muy correctas.

No sé, es subjetivo, pero hay algo en ese pabellón que me hace estar tremendamente cómodo y relajado. Esa atmósfera limpia y luminosa, la cristalera, el reflejo del sol en el agua…

Cocina típica de La Albufera, pero con mano experta y género de primerísima calidad. He estado en muchos restaurantes de esta zona y no he encontrado ninguno que me guste como éste ni de cerca.

En esta ocasión tomamos:

----- Entrantes:
Croquetas de bacalao con titaina. En realidad se trata de dos platos, y así te los cobran, lo cierto es que combinan a la perfección.
Sepionet en su tinta. Insuperable el género y su punto de cocción.
All i pebre. Suavecito, a mi me gusta más cargadito de pimentón y de picante. La primera vez que lo probé, hace años, me dio bastante reparo por los prejuicios hacia la anguila. Hoy es un plato que me entusiasma, pero como digo, agradecería más fuerza en este caso concreto.

----- Principal:
Arroz a banda. Siempre que me piden mi opinión sobre un buen arroz en Valencia le pregunto si le importa desplazarse unos kilómetros, y si me responde que no, le envío aquí. Con una encomiable regularidad, consiguen el punto perfecto para mi gusto. La capa finita y el grano enterito, que se va reblandeciendo con cada cucharada… Y con ese alioli insuperable de L’Establiment que merecería capítulo aparte. Lo comemos por costumbre ya al centro, directamente de la paella, haciendo un triángulo que delimita la ración de cada uno y… ¡ay de quien se pase! ;-)

----- Postre:
Helado de violetas. Lo probé el primer día que comí en este restaurante, calculo que hace unos diez años, y desde entonces no pido otra cosa. Me parece perfecto tras un arroz a banda.

Acompañamos la comida de principio a fin con un chardonnay de E.Mendoza. Tratado sin mimos especiales pero bien de temperatura y en copas decentes.

El servicio es sobresaliente, capitaneado generalmente por Jose Luis (aunque en esta ocasión no estaba) un profesional como la copa de un pino.

Hace tiempo que no volvía, disfruté como un enano, eso sí, subidito de precio.

  1. #1

    kopicki

    Y tan subidito no??

  2. #2

    G-M.

    en respuesta a kopicki
    Ver mensaje de kopicki

    Pues si, carete. Con 2 botellas de E.Mendoza para tres comensales.

  3. #3

    Gabriel Argumosa

    Te iba a comentar sobre tus "famosos sietes" y resulta que tras mi visita a este "establecimiento", yo tambien al final le puse un siete.

    Te lo digo igual, "que sino tienes con el 7", je je

    Por cierto el local me gusto en conjunto.

  4. #4

    G-M.

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Mucho 7 sí. A ver si Verema deja ya puntuar del 1 al 10.
    De todos modos, aquí no he puesto ningún 7. Es la media. Dos muy bien (8,5) y dos correctos (5).
    Pero veo que no te emocionó el sitio... ¿cómo acabaste ahí?

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