Restaurante Entrevins en Valencia
Restaurante Entrevins
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
11,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo y lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
47 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.0
Comida COMIDA
7.7
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Restaurante entrevins valencia ruzafa
vinos
postre
solomillo
rodaballo
cocochas
lecha
copas de Siglo Saco
huevo
pescado
carne
postre
copas del Siglo
croqueta
calçot
huevo
cococha
pichon
postre
arroz
figatell
ensalada
panceta
postre
choco Blas
Solomillo de vaca vieja a la brasa, aligot trufado y salsa anisada de malauva
Gamba de carabinero, papada de ibérico y guiso de cardo trufado
Tuetano
Cocochas de bacalao, dados de topinambur, juliana de celeri y trufa
Molleja de ternera, avellana tostada, coliflor asada y trufa rallada
Lomo alto de vacuno mayor con puré de chirivía, foie de pato y salsa de trufa
Manzana esperiega del Rincón de Ademuz, con miel, almendra marcona, maíz y helado de trufa
Cogote de bacalao
Presa Ibérica
As Sortes 201
Berberechos express
Bonito curado a la sal, crema de almendras, lechuguitas y encurtidos
Salmorejo con langostinos
Prensado de cocido
Merluza con puré de celeri
Vaca vieja
Entrantes
Mango y torrija
Manitas de cerdo con foie y rúcula
Botifarra de pato, calabaza y jengibre
Jurel sobre aguacate
higo caramelizado sobre bizcocho
Opiniones de Entrevins
OPINIONES
114

Ayer volvimos a cenar a Entrevins después de tres o cuatro meses sin ir. Es un sitio al que nos gusta ir a menudo, no solo por lo agradable del local, con los vinos expuestos de forma cercana a los comensales, o por el acierto de los menús de mercado que cambian cada 15 días, sino principalmente por la cercanía y el entusiasmo de Guillaume ( y del equipo que le rodea). Aunque no nos vea durante algún tiempo siempre se acuerda de nosotros y de nuestra pasión por los buenos vinos y sobretodo champagnes. Comparte con nosotros sus últimas experiencias y nos hace sentir parte de ellas. Ayer cenamos pues el menú de mercado, compuesto por langostino plancha con royal de alcachofas, emulsión de setas con ajos tiernos y morcilla, pulpo con parmentier de patata y maigret de pato plancha con idiazabal y maiz dulce como entrantes. De plato principal nos inclinamos por el cochinillo con puré de celeri ( apionabo, me explicaron) y vainilla con pera estofada. de postre créme brulée de cítricos y choco blas.La comida estaba toda en su punto, sin peros. Se nos explicó en todo momento los detalles de cada plato y se atendieron nuestras dudas. A pesar de estar casi lleno el local, el ritmo fue el adecuado. Para beber descartamos el maridaje y Guillaume nos pidió permiso para elegir él el champagne: Probamos una botella de Fincre ( mezcla de Chardonnay y Pinot Noir)espectacular y perfectamente descrita y servida. Acabamos siendo invitados ( Gracias!)a probar dos variedades distintas de Armagnac, y la pena es que no nos pudiéramos quedar a tomar un gin tonic porque hoy había que trabajar.
Hacía mucho tiempo que no hacía una reseña en Verema, pero al leer la crítica anterior no he podido evitar escribirla. No digo que la persona que la ha hecho no lo haya vivido así, sino que nosotros que vamos a menudo jamás nos hemos sentido de esa manera. De hecho, cuando pasamos cierto tiempo sin ir, necesitamos volver.
Además de la cocina con muy buena relación calidad-precio, también tiene muy ajustado el precio de los vinos y champagnes, que puedes comprar y llevarte a casa.
El precio final podría parecer elevado, pero hay que tener en cuenta que la botella de champagne costaba 60 euros, que tomamos una cerveza y un vino blanco de apertitivo, y café e infusión.
Nuestra experiencia, como en ocasiones anteriores, muy positiva. por supuesto que volveremos!

He estado un par de veces en este local, aunque solamente de tapeo. Esta vez fuimos a cenar 4 personas. Era un sábado por la noche y el local estaba completamente lleno. La acústica me pareció bastante mala ya que impedía mantener una conversación en un tono decente. Tomamos un menú degustación llamado "de mercado" que aún con algunas deficiencias se podría calificar de aceptable. Los buñuelos de bacalao y el bacalao confitado estaban fríos.
El servicio bastante lento, tuvimos que esperar más de lo que se puede considerar aceptable entre platos. Se lo hicimos saber al Jefe de Sala, un muchacho con un español cuyo acento evidencia que su procedencia es Francesa, y que tuvo una respuesta inadecuada para un profesional.
No se si por el motivo anterior o porque ese día lo tenía torcido, nos sirvió vino sin realizar la presentación oportuna. Cuando le dijimos que queríamos saber lo que estábamos catando nos enseño la botella y nos hizo una presentación de 5 segundos con bastante mala gana.
Me parece un local normalito con un precio por encima de lo que ofrecen. Los vinos, cuya velocidad en su presentación impidió tomar nota de sus nombres (más que nada por buscar luego referencias sobre ellos) no nos sorprendieron a ninguno.
He leído en algún comentario
En definitiva, comida aceptable (el mérito es del cocinero), local deficiente y profesionalidad del sumiller lamentable. No lo recomiendo.

Mi segunda incursión en Entrevins, con un trato excepcional por parte del personal y del propio Guillaume.
La comida excelente con menú degustación con maridaje de un vino del Somontano y un vino blanco de Valdeorras.

Desde que lo abrieron hace ya varios años, he ido muchas veces, y nunca me ha defraudado, guillaume,siempre ql frente y disfrutando con sus vinos, de sus menus ya se han hablado , siempr con un toco de originalidad pero basandose en producto de mercado. Esta vez estuvimos en la terraza, donde tomamos varias tapas, ha destacar el foie con mermelada , los buñuelos de bacalao. Ensalada cesar quiza lo mas flojo. ,hamburguesitas de ternera y de rabo de toro , De postre tres chocolates ,tambien habia carpaccio de manitas de cerdo, bravas etc.. Todo acompañado de 4copas de vino que fue elegido por el y estaba muy bueno, en fin buen sitio, bien llevado por una persona que se ve que le gusta su trabajo. Le deseo lo mejor. rcp buena, Repetiremos

Tenía ganas de acudir a este restaurante que aun no conocía, así que cuando me enteré de que me invitaban a una cata de vinos en este restaurante me alegré.
Comimos un menú muy bien equilibrado, con unas presentaciones cuidadas y un trato exquisito por parte del personal del local. El menús es bastante similiar al que hay ahora mismo publicado en esta misma página, así que imagino que sería el de temporada.
Empezamos con un salmorejo muy suave con langostinos. Está claro que aquí se quiere matizar el sabor del decápodo y por eso el vinagre y el ajo son muy suaves en este plato. Una muy buena manera de empezar la comida.
El segundo plato fue el jurel con una base de aguacate con una vinagreta muy suave. De nuevo buen equilibrio y respeto de cada uno de los sabores. El punto de pescado perfecto.
Continuamos con un carpaccio de manitas de cerdo con unas virutas de foie y un poco de rúcula. Las manitas eran una delicia, aunque no entendí el papel del foie, que queda relegado por la contundencia de las manitas y el amargo de la rúcula.
El siguiente plato fue todo un alarde de trabajo de cocina previo, cosa que a veces se nos olvida. Y es que en el restaurante también se trabaja antes y después de los servicios. En este caso se trabaja para elaborar una botifarra de pato y calabaza con un punto de jengibre muy suave. La presentación es toda una declaración de intenciones, pues se presenta tal cual sobre unas pochas y un puré de manzana. El plato está muy rico pero la botifarra se queda algo seca, posiblemente porque se ha desgrasado demasiado la carne de pato.
Por último, una merluza al horno con bollit (hervido) valenciano. Una merluza bien cocinada, sin demasiados ornamentos.
El postre me encantó, tanto en su presentación como en su resultado en boca. Higos ligeramente caramelizados sobre un bizcocho, un helado de vainilla y una teja de frutos secos.
Los vinos de la bodega Clos Cor Vi acompañaron perfectamente durante toda la comida y el servicio de sala fue de 10, tanto en los platos como en las copas.
En definitiva, un lugar para conocer, tal vez ahora una pequeña isla en Ruzafa donde se hacen las cosas ligeramente mejor que en el resto de la zona, donde se impone más una cocina más informal y sencilla, con servicio a menudo ramplón.

Mi primera visita a Entrevins y una gran sorpresa. La comida muy buena pero lo alucinante fue la cata de vinos, por algo Guillaume es "nariz de oro".
Los vinos que degustamos fueron Inmacula (blanco de Navarra), un Borgoña que no recuerdo el nombre y Moscatel Ordoñez nº 2 para acompañar un excelente queso Roquefort.

la primera visita a entrevins fue por casualidad, un par de semanas despues d dicha visita nos enteramos que donde habíamos estado "picando algo" dias atras, y donde "un camarero" nos habia sugerido algun q otro buen vino, dicho "camarero" era Guillaume Glorie, un estupendo sumiller frances campeón nacional de sumillers ademas de nariz de oro, y propietario del restaurante, por ese motivo decidimos repetir, y aprovechar ésta segunda ocasion al dejar que nos maridara el menú, en el cual acabamos descubriendo vinos muy buenos y desconocidos hasta entonces.

Nos decidimos a probar Entrevins, la sala a tope, menos mal que reservamos. Viendo el bullicio, se nota que van muy justos para atender a todas las mesas, aun así aguantan el tirón bien. Vamos con toda la tranquilidad del mundo, no nos gusta incomodar cuando van tan liados, al ratito nos dejan las cartas.

Mientras ojeamos la cuidada carta de vinos, pedimos algunas cervezas. Descubrimos una interesante opción de maridar los vinos, elegimos la fórmula extendida de 4 vinos, aunque a priori no saben decirnos que vinos serán ?¿?¿, pero viendo el curriculum de Entrevins confiamos en ellos; y luego acertaron con todo.

Por terminar con el tema de los vinos, antes de hablar de la comida, nos pareció una acertada opción la de maridar, con vinos que resultaron muy interesntes y 3 de ellos desconocidos, uno de ellos un Muscat Original 2010 de Miquel Oliver durante los aperitivos, que nos encantó. Aunque iban tan liados que empezó la cosa mal, se acercó con un vino que ni vimos, nos sirvió una copa y se fué con mucha prisa a la mesa de al lado a repetir la misma operación; tras comentarselo nos pide disculpas y en los siguiente vinos si que se toma un poco más de interés en explicar el vino, y responder nuestras posibles inquietudes.

Respecto a la comida, elegimos el menú mercado, el cual cambia cada semana,y el que consta de 4 apertivos individuales, 1 entrante individual a elegir entre dos opciones, 1 plato principal a elegir entre dos opciones y postre individual también a elegir. Los 4 aperitivos los emplatan en dos tiempos; sirviendo en primer tiempo una "crema fría de ajo blanco con cigala" y una "tosta de salpicón de pulpo"; y en segundo tiempo un "calamar plancha con panceta crujiente" y "canelón de berenjena con pato".

Los 4 aperitivos muy buenos y a un tamaño más que aceptable (para ser aperitivos), servidos emplatados de dos en dos, y en dos tiempos.

Como entrante, los 4 de la mesa, escogimos la sardina a la llama con aguacate y rúcula. La cual, está muy tierna, al cocinarla a la llama por la parte exterior de la piel. Nos gustó a todos.

Del plato principal, algunos bacalao confitado con pasas y piñones; y otros el lomo alto de buey con alcachofas en texturas. Los dos gustarón mucho. Los dos a un buen nivel.

Como postre, decidimos todos el Choco Blas, que era chocolate con aceite de oliva y sal.

Buen café.El precio incluye comida, cervezas, vinos, agua y café.

Fuimos un viernes por la noche,el restaurante estaba lleno,pero eso no condicionó para recibir un trato estupendo,agradable y muy educado.
Nos decantamos por el menú de mercado a 27 euros, el cual constaba de 4 aperitivos,entrante,plato principal y postre, todos muy bien elaborados, muy buena presentación y un paladar exquisito. Para acompañarlo de un buen vino nos dejamos aconsejar por el sumiller, Guillaume, quien nos recomendó el maridaje de 3 vinos. Empezamos con un vino blanco para los aperitivos, continuamos con 2 tintos, uno para el entrante y el otro para el plato principal. Además pedimos un vino dulce para acompañar el postre. Finalmente, acabamos la cena con un gyn-tonic realmente exquisito. La relación calidad-precio es inmejorable, el trato fue muy amable y agradable. Salimos realmente satisfechos. Repetiremos está agradable experiencia.

Sin ninguna duda, una mala elección.
La amplia carta de vinos no se corresponde con la calidad y cantidad de la comida. Relación calidad/precio mala.
Lo peor, los malos modales y el trato recibido, el cual (según ellos mismos) es directamente proporcional a la cantidad y calidad del vino elegido.
Sorpresas en la cuenta como cobrar el pan a 3 euros por persona sin haberlo solicitado y sin que figure en la carta.
Balance completamente negativo y que no se corresponde con la imagen que proyectan hacia fuera.

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