Restaurante Quique Dacosta en Denia
Restaurante Quique Dacosta
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
116,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes, 25 noviembre 2013 a 29 enero 2014
Nota de cata PRECIO MEDIO:
204 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.6
Comida COMIDA
8.9
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
Las famosas brumas...
Rompepiedra
Nido de golondrina
Tiradito de corvina
Piedras de parmesano
Raim de pastor, líquen y tomate encurtido
Pétalos de rosa y gin tonic de manzana
Hojas...
Hazew
Bloody Mary
Appetiser
¿que fue antes?
Bruma
La Gallina de los Huevos de Oro
El Bosque Animado
Smoking Room
Bosque Animado
TrufaBlanca
Gamba rosa de Denia
Lichis
La bruma
Opiniones de Quique Dacosta
OPINIONES
105

Pues la verdad es que era mi primera visita a un " dos estrellas michelin " y la verdad es que no pudo ser mas placentera, os comento como fue mi visita:

Era un dia lluvioso y bastante frio, nada mas llegar nos atendieron estupendamente y nos acomodaron en una amplia mesa; nos decantamos por el menu " nuevas tradiciones" el cual comenzo con el Te verde de Bledas, nos recomendaron no dejar el plato en la mesa sino sujetarlo con las manos y beberlo directamente para calentar las manos y el paladar... EXQUISITO SABOR. El vino fue un FINCA TERRERAZO DEL 2005, excelente.

A continuacion para mi uno de los platos mas sorprendentes, la TRUFA Blanca del Montgo, un tartufo blanco italiano impresionante, una explosion de sabor y una textura increible.. un plato 10.

Seguidamente la Bruma, una presentacion muy sorprendete, pero de sabor quizas uno de los mas flojos, depues apareceria el Cubalibre de Foie gras... otro 10.

La ostra al pesto, de un tamaño y calidad superior... y la gamba roja de denia, el unico problema es que solo ponen dos, es broma.

La Gallna de los huevos de ORO , que puedo decir de este plato, para mi el mejor del menu, una textura, un sabor intenso, una elaboracion, sin palabras para describirlo.. solo por degustarlo ya justifica el precio del menu.

El ultimo plato de salado es el arroz senia terso y meloso, correcto.

De los dos dulces, yo destacaria el Monocromatico de Coco.

Para resumir, un templo culinario y una experiencia increible en todo.

El cafe nos lo tomamos en la sala chill habilitada para ello, con un purito y una copa,

...Le sigue faltando algún que otro ¡Ummm! en alguno de sus platos. Pedimos el menú Universo Local el cual no dejó de asombrarnos, se componía de:"La sal": Remolacha, trufa del Montgó, ventresca de atún rojo y el mar Mediterráneo, hojas raras, callos de tomate, pedazo de foie gras asado y reposado a la madera,gamba rosa de Denia, corales, rap negre arroz Senia terso y meloso con morillas, hígado de pichón a la brasa y hebras de jugo trufa y hierbas silvestres de invierno; "el sucre": el cerezo en flor, melón cantalup, y piedras. A destacar la vistosidad de la remolacha,la trufa, el divertido juego de las hojas raras, la sorprendente presentación de los callos, el sabor de foie, y el exquisito postre de melón. Para beber pedimos un Riesling Donnhoff Dellchen 2006, junto con un maridaje recomendado por el somelier (Champagne Brice G.C. Verzenay Brut, manzanilla Aurora P.Romero, cidre Dupont Cuvee Reserva, vino Fernando de Castilla Crea, Cuvé Cecilia, Fondillón 1987 (S.Poveda). El servicio muy atento y profesional, era imposible caerse de una silla porque en todo momento estaban a las "caídas". El local minimalista, las mesas espaciosas con una vajilla, cubertería y mantelería acorde al local. Quique cada día más atento, hasta posó con nosotros para la foto.

Resumiendo: Un restaurante muy notable con unos platos expectaculares que sólo falta rematar los sabores en alguno de ellos.

Sin duda uno de los mejores restaurantes de la Comunidad Valenciana,tomamos el menu largo que incluia planos nuevos y algunos ya clasicos, es la tercera vez que vamos, cada visita ha superado a la anterior, todos con una presentacion excepcional, la calidad de los productos inmejorables, todas las veces que lo hemos visitado, siempre lleno, el servicio muy eficiente, a veces algo insistente en conocer si todo va bien, local agradable, demuestra que da igual donde esten ubicados los restaurantes la gente va si sale satisfecha de lo que come y lo que paga. Todos los platos han sido ampliamente comentados anteriormente,y nada que reseñar a los comentarios positivos. La introduccion de nuevos platos deja ver la increible evolucion de este restaurante. Nos dejamos aconsejar por el sumiller en los vinos,Para algunos comensales el menu largo puede ser algo dificil de terminar aunque vale la pena hacer el esfuerzo. Hay que repetir de un modo periodico, una suerte el tener este restaurante tan cerca.

Primera visita a El Poblet. Somos recibidos con amabilidad. Nos acomodan en una mesa instalada entre las dos salas, un tanto encajonada. Tras unas pequeñas dudas, solicitamos que nos cambien de sitio, a lo que acceden de buen grado. Nos decantamos por el menú Nuevas Tradiciones, que recoge platos de otras temporadas.

Las mesas bien vestidas, espaciosas y con adecuada separación. Ambiente un tanto ruidoso no achacable al equipo, estaba lleno y algunos comensales nos hacian participes de su conversación.

Nos dejamos aconsejar por el sumiller en la elección del vino. Nos decantamos por un Rias Baixas Ferreiro Cepas Vellas 2007 para todo el menú. Eleccción acertada. Servicio del vino adecuado, aunque una vez tuve que pedir que nos rellenaran las copas, copas Riedel. El sumiller demuestra un conocimiento excepcional del mundo del vino, pero en nuestro caso nos pareció muy profesional pero algo lejano, sin llegar al punto de calidez de otras personas en la sala.

Nos sirvieron una degustación de aceites y vinagres para ir abriendo boca. Entrando en la descripción del menú, empezamos por la trufa blanca. Plato magistral, sorprendente y que pone el listón altísimo al inicio de la comida. La bruma, nueva versión del bosque animado, espectacular como presentación y como conjunto de texturas. Siguieron dos platos sobresalientes. El cubalibre de Foie gras es excepcional, todo un clásico de Quique Dacosta y que no decepciona y las ostras ibéricas con una combinación sugerente de materia prima y sabores también nos encantaron.

Seguimos con la gamba roja de Denia, que como la cigala de las Rotas combinaban buena materia prima con elboración sencilla. Sin duda lo menos sorprendente del menú. Otra sorpresa por la potencia y sabor del plato es la Gallina de los Huevos de Oro, combinación de huevo y caldo exquisita. Y ya saciados, llegamos al arroz senia meloso, también notable pero nos llegó ya casi exhaustos.

De los dos postres, el monocromático de coco es quiza el plato menos espectacular del menú y las piedras, compendio de diferentes texturas de chocolate con un guiño a una nueva trufa, vuelven a elevar el nivel del Menú.

Terminamos con un café, invitación de la casa, y un PX que se tomó mi mujer aunque el sumiller me lo sirvió a mi, pequeño tic machista que ya nos ha pasado en otras ocasiones. Cuando nos fuimos, nos despidió Quique Dacosta, muy amable, conversamos con él unos minutos. Nos resultó un gesto muy adecuado.

En definitiva, es un lujo un restaurante como el de Quique Dacosta en nuestra Comunidad. Experiencia muy recomendable para aquellos que disfrutamos con la gastronomía

Por fin conseguimos ir al Poblet, el pasado 10 de Octubre. Deciros que la experiencia vale la pena. Nada más entrar se respira un ambiente super agradable. El metre , el gran Didier super atento, nos hizo una velada muy agradable. Nos decantamos por el el menu Nuevas Tradiciones, compuesto por Trufa blanc del Montgo, sencillamente genial, luego llego el turno a la Bruma, espectacular recreación del parque del Montgo, con germinados, piñones, gelatina de guisantes,continuamos con el cuba libre de foiegras, lo habia probado en el Sula, pero no tiene nada que ver, seguimos con la Ostra iberica, Gamba roja de Denia, Cigala de las Rotas, la gallina de los huevos de oro, Salmonetes azafran Mark Rothko, añadimos por nuestra cuenta, maderas, un foiegras sado y reposado en madera y Cenizas, unas setas a la ceniza. para terminar de postre, el monocromatico de coco y Piedras, de chocolate.
Para maridar, Jose Antonio , nos comio el coco, empezamos con un cava Argent de Gramona, para los primero platos un blanco aleman de Riesling, Foster Freundstuck 2.004, con el cuba libre, Una sidra de hielo de Canada NEIGE, CON la ostra una manzanilla pasada de Pastrana, ya seguimos con un vino de burdeos un Morey Sant Denis 2.004, y con el chocolate un Fondillon de 1980 de Salvador Povea. Terminamos con el cafe ¡y un whisky, creo que ya estabamos un poco pasados, terminamos con el gorro del cocinero puesto. La verdad es que la selección del vino genial. Jose Antonio demuestra una profesionalidad y un saber estar increible. Saludar tambien y darle las gracias a Mayte, nos atendio magnificamente durante toda la cena y como no a Quique que supo aguantar a estos dos pesados a las 2 de la mañana.

Recuerdo que mi primera visita a El Poblet allá por el 2005 no me acabo de convencer, pero mucho han cambiado las cosas desde entonces.

Creo que a El Poblet hay que ir con ganas de que te sorprendan, algo parecido a lo que pasa en El Bulli, por eso optamos por el menú "Universo local" con las última creaciones de Quique Dacosta y escogimos que no nos dijeran el menú hasta finalizar, y creo que fue la mejor opción para que el disfrute fuera máximo. Solamente pedimos que nos pusieran la "Trufa blanca" que vimos hace tiempo en una demostración y teníamos ganas de probar.

Los platos que nos sirvieron fueron:

- "Remolacha", una recreación de una remolacha rellena de una espuma ligera de mayonesa con un suave toque de ajo y remolacha acompañado de toques de cangrejo real y remolacha. La corteza de la remolacha era helada supongo que mediante la técnica de nitrógeno líquido. Perfecto para comenzar el menú dada su ligeraza y frescura.

- "Trufa blanca del Montgó", plato que ya conocíamos pero que pedimos expresamente puesto que tenía muchas ganas de probar. Espectacular sabor y textura, con ese toque crujiente y ligeramente dulce de la corteza con aroma a trufa blanca y el relleno de la espuma de parmesano. Un plato que ha dado mucho que hablar y con razón.

- "Ventresca de Atún rojo y el Mar Mediterráneo", quizás el mejor plato de atún rojo que he probado en mi vida. Un tartar de ventresca de atún rojo de una calidad excepcional donde se percibe totalmente el sabor y melosidad de la ventresca, perfectamente acompañada de unos toques marinos gracias a las algas, unos pequeños aritos de cebolleta, un toque cítrico de corteza de limón (un gran acierto puesto que si la ventresca es de una calidad excepcional no hay que enmascarar el sabor con ácidos) y un buen aceite virgen extra.

- "Moshi de salsa Verde", quizás el plato más "normal", pero uno de los mejores de la noche. Un merengue de guisantes relleno de coquinas acompañado de guisantes y un caviar de guisantes, con algo de judías verdes y un pequeño toque ahumado.

- "Hojas raras", este plato, o mejor dicho juego, fue uno de los más divertidos de la noche. Una selección de hojas extrañas, algunas no tan extrañas pero que nunca se me hubiera ocurrido comer, cada una con su correspondiente toque y aceite. Muy entretenido intentar adivinar cada hoja, toque y aroma, dado que te daban una relación con cada una de ellas.

- "Cayos de Tomate", brutal, una de las mejores combinaciones que existen, aceite, pan, tomate y jamón ibérico, recreadas en una cazuelita con humo hecho a base de hielo seco. El tomate aparecía en forma de nube, el pan en su forma crujiente, el jamón de dos formas, la mejor manera de comerlo, ósea crudo, y en caldo, acompañado de unas gotas de aceite de oliva y unos tiernos garbanzos.

- "Maderas", ya nos lo avisó Didier, que era el mejor plato de foie que él había probado. No se si el mejor que he probado, pero sino el segundo. Un "pedazo" de Foie, asado y reposado a la madera, con un punto de cocción y sabor totalmente extraordinario, acompañado de una caldo, crujiente y polvo de seta.

- "Gamba rosa de Denia", un gran plato de producto donde se respeta al máximo este tesoro marino. Acompañado de pétalos frescos de rosa y un caldo de color carmín de sus cabezas con un sabor muy potente y limpio.

- "Corales", un plato de presentación espectacular a base de buey de mar, unos nudos de erizo de mar, huevas, algas, caviar esferificado y codium crujiente. Un buen plato, pero no al nivel del resto.

- "Rap negre", el plato que me costó de comer puesto que no me gusta mucho el hígado de rape, a pesar que no tenía hígado de rape este plato, pero se recreaba el hígado en su textura y color a base de un caldo de sus cabezas, huevos y cocido a modo de flan. La sugestión me hizo pensar que estaba comiendo un hígado. Aquí me salió mal la jugada de no saber lo que llevaba el plato.

- "Arroz senia con trompetas de la muerte, hígado de pichón y trufa", sabemos que Quique Dacosta es un maestro en los arroces, y en es plato lo demuestra, un arroz de 10. Que pena no empezar por este arroz para poder disfrutarlo al 100%.

- "El cerezo en Flor", primer postre y quizás el plato más decepcionante de la noche, muy bien presentado y con un juego de texturas interesante, pero al final te quedaba en la boca sabor a cereza a base de purés congelados.

- "Melón Cantalup", parecido al anterior en concepto pero bastante mejor en sabor donde el melón era el protagonista absoluto en varias texturas, fresco, en helado, mimetizado, crujiente...

- "Piedras", para acabar un plato espectacular de chocolate, al igual que la linea del resto de los postres, intentando usar un único producto en diferentes texturas, donde destacaba el chocolate en estado crujiente.

El tema de los vinos a la altura de la cocina, una auténtica enciclopedia de referencias de imprescindible visión. El sumiller una enciclopedia viviente con un nivel de conocimientos amplísimo. Nos recomendó un vino portugués Redoma reserva 2005 que acompañó perfectamente toda la comida, exceptuando algunos platos especiales que maridamos con copas. Un "Oloroso Abocado 1990" para "Maderas" dado ese matiz de madera que ensamblaba perfectamente con el Foie, un "Cuvée Cecilia" para los primeros postre frutales y un "Fondillón 1980" para el plato de Piedras de chocolate. El servicio del vino perfecto en todo momento.

Quique pasó brevemente por la mesa pero parecía que tenía prisa y apenas pudimos comentarle nuestras impresiones.

Infusiones y copas en la sala de al lado del restaurante donde nos quedamos largo y tendido hablando con Didier, un crack.

Junto con el Bulli, el Celler de Can Roca y Sant Pau, los mejores restaurantes que he visitado.

El Poblet juega en las categorías superiores. Llegamos en un día lluvioso y nada más entrar nos ofrecieron toallas para secarnos. La decoración clásica mezclada con obras de arte contemporáneo. Sobre la mesa una escultura blanca y unos llamativos platitos para el pan de Versace. Elegimos el Menú Nuevas Tradiciones, que incluye platos "históricos" de la casa y algunos nuevos. El sumiller nos recomendó para el menú un vino del Priorato, de las bodegas Costers del Siurana, el Kyrie 2005, y le hicimos caso...que es verdad que los platos eran muy marineros....

Para empezar la "Trufa Blanca"....gran comienzo gustativo e irónico, por el juego que hace con el aspecto de las trufas que no son tales. Luego la espectacular "Bruma", sobre la que reposan las hierbas y las verdurillas. De tercer trallazo el "Cubalibre de foie gras", el original, que ya no sorprende pero ni falta que hace, que está de muerte. Luego llegaron dos platos de 2009, la sopa fría y la ostra ibérica. Son los más arriesgados, con los sabores más potentes, sobre todo la sopa, con la mezcla de crustáceos y cerezas....aunque al ir acabando el plato, se le va pillando el punto al sabor que al principio produce un poco de shock. A continuación llega otro capítulo, el del producto, con unas gambas rojas de Denia muy bien presentadas y una cigala de las Rotas jugosa y plena de sabor. A estas alturas, el Kyrie nos dejaba un regusto casi a manzanilla, al maridarlo con el marisco...(sería sugestión?).

Para ir acabando la Gallina de los Huevos de Oro, riquísimo plato aunque no pudimos dejar de recordar otro: "del huevo a la gallina" de Arzak. Cuando llegó el arroz Senia con morillas, hígado de pichón a la brasa y hierbas silvestres estábamos ya exhaustos....pero pudimos probarlo. Este último plato también es de 2009 y nos enseña cómo pueden hacerse los arroces del siglo XXI.

A los postres, un monocromático de coco, que hacía juego con la escultura que teníamos en la mesa....tal vez un poco simple. Y finalmente las piedras....varias texturas de chocolate y una especie de bola crujiente y dulce que -de nuevo- recuerda la forma de la trufa y enlaza con el primero de los platos...como si fuéramos a volver a empezar. Para los postres tomamos un Pedro Ximénez de Spinola.

Había sido una comida a mediodía espléndida....y seguía jarreando agua. Como ejemplo del excelente servicio de El Poblet, tan solo comentar que nos acompañaron con paraguas al coche. El personal supersimpático y atento. El ambiente muy "afrancesado"....y por poner alguna peguilla -que no todo van a ser piropos- estaría bien algún petit fours con los cafés y no advertir cuando se hace la reserva de que no permiten ropa deportiva o de baño.

Lo del bañador casi que lo entiendo, al estar cerca de la playa, aunque se nota a kilómetros que no es un chiringuito, pero lo de la ropa deportiva me parece muy ambiguo: ¿incluye también el calzado? ¿una camiseta que puede costar el doble de lo que valen algunas camisas?. En fin, el tema de la ropa en estos sitios lo llevo muy malamente. En fin, como el proceloso mundo textil todavía no me afecta al yantar, que es a lo que vamos, pues un sobresaliente¡¡.

  • Las famosas brumas...

    Las famosas brumas...

Es lo que creo que domina a Quique Dacosta. Me gusta mucho comer aquí, he estado tres veces.
- Son perfectos los platos de producto: la cigala en costra de sal y sobre todo la gamba cocida.
- Es maravilloso el plato de foie que probamos en nuestra última visita: "maderas": foie con tupinambos y reducción de lagavulin. Lo acompañamos de un Viña Tondonia blanco del 82, delicioso (el sumiller está a la altura de la cocina; su recomendación para comenzar fue el Pur Sang de Dagueneau, pura frescura herbácea, aromas de manzana verde deliciosos);
- Es italiano el plato de la trufa rellena de parmesano ("un 10 de ejecución y concepto", como convinimos con el maitre Didier, un tipo curioso: al principio de nuestra última comida, antipático, luego uno de los maitres más agradables que me he tropezado).
- Son preciosos:
(1)"la primavera" (creo que se llamaba así): una emulación marítima del "gargouillou" de Michel Bras
(2) "el salmonete Rothko":pintado con azafrán
- Es una pena: que cuando llega el arroz negro con pichón, gulesco, ya casi no puedo comer más, de lo lleno que estoy.
- Es la combinación de acidez de las cerezas y del ahumado de la anguila y del arroz con ambos ingredientes lo que me fascina de esa receta.
- fue mi primer bosque animado el que también me gustó más que el segundo (alguien dice lo mismo en verema)
- idem del cubalibre de foie
- ¿el bulli alicantino y sin tener que suplicar una reserva imposible?

Afortunadamente voy un par o tres veces al año, y esta vez me propongo reseñarlo,para comentar que a mi modo de ver Dacosta y su equipo estan tocando verdaderamente las alturas gastronòmicas de este paìs y por supuesto de la CV.
El menù Universo Local de esta temporada es una pasada.Una experiencia ùnica para los sentidos,maridado con vinos que propone el sumiller Jose Antonio (verdaderamente profesional y preparadìsimo).A destacar el plato HOJAS RARAS que consta de varias hojas a saber: Stevia Raudiana ,Hoftunia con aceite de oliva y toque de aceituna negra,Kalanchoe con grasa de jamon y toque de tomate,Capuchina con aceite de tartufo y toque de anchoa, Siempreviva con aceite de avellana y toque de wasabi,Begonia con aceite de humo y toque de remolacha, Echeveria con aceite de aguacate y toque de eucalipto, Majìi con aceite de nuez y toque de moscatel y Hoja de ostra con codium.Un espectàculo señores.
Los vinos de Universo Local llevan un suplemento de 50 e. pax.
Verdaderamente merece la tercera.

Situado en la carretera de Les Marines de Denia. Decoración ecléctica, entre moderna minimalista y arquitectura de tendencia más clásica. Mobiliario cómodo y mesas amplias. Sólo ofrecían abierta la estancia de la terraza, la temperatura de esta noche era sumamente agradable y la vegetación y los parabanes la hacen muy discreta, pero la cercanía a la carretera supone sufrir un ruido proveniente de los coches de la carretera que deberían desaconsejar esta ubicación. Los baños de diseño moderno, son pequeños y en el caso del masculino con un problema de desodorización.

La carta es bastante amplia y los precios de los platos oscilan entre unos 23 y 35 euros, ofrecen dos menús degustación: Nuevas Tradiciones (100 €) más corto y que conjuga algunos de sus platos más emblemáticos, con otros de nueva creación y Universo Local (120 €), algo más extenso y con todas las novedades de la temporada. La vajilla es bonita de estilo moderno, algunos platos pude comprobar que eran de Versace, la cubertería moderna y cómoda. El servicio es tremendamente profesional, dispuesto, atento, todo un ejército a tu servicio. Resulta curioso que las explicaciones de los platos se realizan una vez ha terminado la degustación para que así la experiencia no esté mediatizada.

Carta de vinos muy amplia, muy bien seleccionada, separada en tres volúmenes: uno de generosos, blancos y espumosos y los otros dos de tintos y dulces, cada uno de ellos clasificados entre españoles e internacionales, organizados por DO’s o indicaciones geográficas. En el volumen de tintos hay un pequeño apartado a la oferta de aguas. Los precios aproximadamente duplican los de la tienda. La cristalería es Riedel de alta gama. La temperatura y servicio del vino estupendo, tal vez un poco atropelladas las explicaciones del que parecía ser el primer sumiller, pero con conocimiento y buen criterio.

Nuestra experiencia: elegimos, al ser ésta nuestra primera visita y aconsejados por el maitre, el menú Nuevas Tradiciones que se compone de nueve elaboraciones saladas y dos dulces, como ya he comentado combina elaboraciones míticas de El Poblet, con otras de nueva creación:

•Remolacha (2009): salsa mahonesa con remolacha y con tropezones de marisco dentro de una esfera helada de remolacha.
•El bosque animado (2007), todos los aromas y texturas de un bosque concentrados en un plato.
•Cubalibre de foie gras (2001): sobre una crema de foie, una gelatina de cubalibre de ron Cacique con coca-cola, escarcha de limón, adornado con pequeña rúcula silvestre del Montgó.
•Sopa fría de crustáceos gelificada, con medias cerezas de Vall de Evo (2009).
•Ostra Ibérica (2009), ostra con un caldo de jamón ibérico.
•Gamba roja de Denia (1992) sobre roca de sal.
•Cigala de las Rotas (1996), con espuma de agua de mar.
•La gallina de los huevos de oro (2005), huevo de gallina de corral cocido a baja temperatura durante 45 minutos, regado con caldo y decorado con pan de oro.
•Arroz Senia terso y meloso, con Morillas, hígado de Pichón a la brasa, hebras de jugo de trufa y hierbas silvestres de invierno (2009).
•Monocromático de Coco. (2007) Diferentes presentaciones y texturas de coco.
•Piedras (2009), postre de diferentes texturas de chocolate, acompañado con bizcocho.

En cuanto a los vinos quisimos armonizar la cena con varios vinos y aconsejados por el sumiller bebimos:

•Copa de Champagne Brice tradition brut de aperitivo.
•Copa de Fino Inocente de aperitivo.
•Botella de Sol de Señorans 2006 (Rias Baixas), como vino principal.
•Copa de Fritz Haag Juffer Sonneburg Auslesse 2005 (Mosela) para el cubalibre de foie.
•La bota manzanilla pasada Nº 10 para la Ostra Ibérica.
•Maduresa 2005 (D.O. Valencia) para el arroz.
•Olivares 2006 (D.O. Jumilla) para el postre de chocolate.

Todo ello por 388 euros los dos.

La impresión general es la de asistir a una experiencia algo más que gastronómica, todas las creaciones son de un gran nivel, tanto en el aspecto creativo, como en el de la materia prima con la que están elaboradas, así como la presentación, tal vez y a pesar de ser elaboraciones estupendas, no me pareció que estaban al nivel de los otros platos, la gallina de los huevos de oro y el postre monocromático de coco. También destacar los dos platos “no creativos” basados en la estupenda materia prima local: las gambas rojas de Denia y la Cigala de las Rotas, como homenaje a la ubicación geográfica del restaurante. En cuanto a los vinos la armonía fue total y el disfrute pleno.

Si se puede, conviene disfrutar de esta experiencia.

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