Cada vez más sorprendente pero...

...Le sigue faltando algún que otro ¡Ummm! en alguno de sus platos. Pedimos el menú Universo Local el cual no dejó de asombrarnos, se componía de:"La sal": Remolacha, trufa del Montgó, ventresca de atún rojo y el mar Mediterráneo, hojas raras, callos de tomate, pedazo de foie gras asado y reposado a la madera,gamba rosa de Denia, corales, rap negre arroz Senia terso y meloso con morillas, hígado de pichón a la brasa y hebras de jugo trufa y hierbas silvestres de invierno; "el sucre": el cerezo en flor, melón cantalup, y piedras. A destacar la vistosidad de la remolacha,la trufa, el divertido juego de las hojas raras, la sorprendente presentación de los callos, el sabor de foie, y el exquisito postre de melón. Para beber pedimos un Riesling Donnhoff Dellchen 2006, junto con un maridaje recomendado por el somelier (Champagne Brice G.C. Verzenay Brut, manzanilla Aurora P.Romero, cidre Dupont Cuvee Reserva, vino Fernando de Castilla Crea, Cuvé Cecilia, Fondillón 1987 (S.Poveda). El servicio muy atento y profesional, era imposible caerse de una silla porque en todo momento estaban a las "caídas". El local minimalista, las mesas espaciosas con una vajilla, cubertería y mantelería acorde al local. Quique cada día más atento, hasta posó con nosotros para la foto.

Resumiendo: Un restaurante muy notable con unos platos expectaculares que sólo falta rematar los sabores en alguno de ellos.

  1. #1

    Severne

    Totalmente de acuerdo.
    En marzo hice mi cuarta visita: desde 2006, más o menos una visita al año. La progresión de estrellas la veo perfecta. Todo va mejorando. Por lo que sé del tema (no mucho) pienso que la tercera caerá dentro de un año o dos. La regularidad del menú Universo Local es ahora casi absoluta (otros años no era así): en conceptos, presentación, y en sabores. Pero es verdad que le falta un punto (de emoción, de definición, de profundidad/intensidad combinada con armonía..?) a los sabores en algunos de los platos. Es verdad que eso no me pasó hace dos semanas ni con la ostra en pesto de algas (maravillosa), ni con la gamba rosa de Dénia, ni con la trufa del Montgó, ni con la ventresca de atún (el tartar más sutil y elegante de mi vida); por otra parte el juego fue perfecto con las hojas raras y los callos de tomate. Pero la falta de punch emocional surgió con el rap negre (aunque era un plato de altura, en presentación, en elegancia, a km de los mejores platos de otros restaurantes "estrellados"), con el foie sobre maderas (la vez anterior me gustó más), y sobre todo el arroz (la vez anterior me volvió loco) y los postres (aún así fresquísimos, los devoré).
    En cualquier caso, un lujazo tener ese restaurante ahí. Volver sin parar es lo que me gustaría..
    y beberme más champanes como el jaquesson del 96 que nos puso José Antonio

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar