Nueva visita 4 años después y parece ayer, nada ha cambiado en este pintoresco "gastro-guachinche" de Santa Ursula del grupo familiar Tripcotea, regentado por los hermanos Mario y Fabian Torres ( en mis comentarios precedentes aparece erróneamente el nombre de Xavier en lugar de Mario).

Una descripción muy detallada del restaurante, de su cocina, y de su entorno se encuentra en mis comentarios precedentes del 11/09/16 y del 05/09/2018 que podréis leer si lo juzgáis necesario

Me permitiré únicamente recordar, de lo mencionado en mis comentarios anteriores, que su filosofía, común con los dos otros dos miembros del grupo familiar Tripcotea, es slow food(Km 0), y que se suministran de productos de su propio huerto y producen su propio vino en la finca Las Rebanadas y en la finca Burchard. Las verduras y frutales que ellos no cultivan, las carnes y los pescados, les llegan a través de productores locales y comarcales.

En esta ocasión nos situaron en una mesa con vistas al valle de la Orotava y Santa Ursula, que disfrutamos ampliamente ya que esta vez fuimos a comer en lugar de a cenar como en otras visitas. Para recordatorio, decir que el restaurante comprende una terraza exterior con vistas a la calle, diferentes pequeños comedores a todo los largo de un pasillo con ventanales con vistas y al final, el santa sanctorum, donde comimos esta vez, una gran sala longitudinal, con las mesas dispuestas como en un ferrocarril con las citadas vistas panorámicas. Las mesas de madera de pino están desnudas, con servilletas de papel y vajilla y cubiertos contemporáneos. El servicio de sala, fue bueno como en otras ocasiones, muy simpático y profesional. El ambiente es muy distendido. En esta ocasión no puedo valorar el servicio del vino porque no tomamos.

Sin mas prolegómenos paso a detallar lo que comimos:

Comenzamos compartiendo una ensalada El Calderito, con virutas de jamón ibérico y aguacates.. Buena (Olvidamos de hacer la foto)

Seguimos compartiendo :

Queso Frito, queso fresco con mojo palmero, mojo de cilantro y miel de caña. Muy bueno

Seguimos individualmente con :

Calamares salvajes fritos a la andaluza. Sin una sola gota de aceite, muy bien cocinados. Muy ricos

Gambas al ajillo servidas en una sartén, riquísimas con un aceite para mojar pan, muy buenas como en nuestras visitas precedentes.

El pan, Mario Bakes, que acompaño la comida fue excelente, el mismo que se sirve en los 3 restaurantes del grupo familiar, elaborado por Mario Torres. Pan artesanal de masa madre con levaduras salvajes, ingredientes naturales y orgánicos. Como ya dije en mi comentario del restaurante Donde Mario, uno de los mejores panes que comimos.

No tomamos vino. Bebimos 3 cervezas Dorada, tostada roja doble malta 33 cl y una botella de agua mineral con gas Vichy Catalán.

(Las fotos de los siguientes platos por imperativos técnicos de Verema apreceran en el primer comentario)

Finalizamos con dos cafés solos hechos en cafetera italiana y servida en la mesa.

acompañados de un excelentisimo mini Monkey bread.

La cuenta ascendió a 35,55 €/persona. Muy buena RCP.  Buenos productos slow food, tapeo, buenos guisos tradicionales y buenos platos del día en un ambiente distendido y con unas vistas excepcionales. Evidentemente volveremos a visitarles   cuando volvamos a Tenerife.

Nueva visita dos años después a este pintoresco "gastro-guachinche" * de Santa Ursula, del grupo familiar Tripcotea, regentado por los hermanos Xavier y Fabian Torres, y esta vez en compañía de nuestra hija que vino a visitarnos a Tenerife durante unos días de nuestra estancia.

La descripción detallada del restaurante, de su cocina, y de su entorno se encuentra en mi comentario precedente del 11/09/16 que podréis leer si lo juzgáis necesario.

Me permitiré únicamente recordar, de lo mencionado en mi comentario anterior, que su filosofía, común con los dos otros dos miembros del grupo familiar Tripcotea, es slow food(Km 0), y que se suministran de productos de su propio huerto y producen su propio vino en la finca Las Rebanadas y en la finca Burchard. Las verduras y frutales que ellos no cultivan, las carnes y los pescados, les llegan a través de productores locales y comarcales.

Esta vez tuvimos mas suerte que la precedente y al haber reservado con antelación nos situaron en una mesa con vistas al valle de la Orotava, que aunque de noche se intuye. El restaurante se lleno hasta la bandera

Mientras leíamos la carta y la pizarra de los platos del día, tomamos un par de cañas Dorada y un Perrier.

Optamos por compartir todo al centro de la mesa :

Ensalada Calderito con virutas de jamón ibérico y aguacates. Buena y refrescante.

Pimientos Padrón Buena calidad.

Gambas al ajillo servidas en una sartén, riquísimas con un aceite para mojar pan, muy buenas como en nuestra primera visita hace dos años.

Cherne encebollado Muy bueno, en su perfecto punto de cocció

El pan que ellos hacen está riquísimo.

De postres  tomamos :

Mousse de chocolate Buena

Tres leches Una de sus especialidades, a base de leche merengada, leche de vaca y leche condensada. En el momento de hacer la foto ya habíamos comenzado a degustarla. Bueno.

Para beber tomamos una botella de agua  Fonteide y una botella de vino blanco barrica de su producción Terral 205 Burchard 2017 Blanco selección 3 meses . Finca Burchard. Creo recordar que el cepaje era de Listan blanco. Crianza de 3 meses en barrica. Vino joven, agradable, fresco y mineral.

Finalizamos con 3 buenos cafés hechos en cafetera italiana y servida en la mesa.

La cuenta ascendió a 28,98 €/persona. Buena RCP.  Buenos productos slow food, buenos guisos tradicionales y buenos platos del día. El entorno del "gastro-guachinche" *, de antigua casa de comidas, me encantó y su comida también. Del grupo Tripicotea solo nos faltaba conocer El Lagar de Mario, y en este viaje tuvimos la ocasión hacerlo y cuya cronica publicaré próximamente .

Cuando retornemos a Tenerife volveremos al Calderito de la Abuela.

* En toda la zona norte de Tenerife y principalmente en las zonas de la Orotava, El Sauzal, Santa Ursula, La Matanza... y en el Valle de Guïmar en el sur, existe un tipo de “Comercio de venta de vinos de cosecha propia, al menor, temporal e inocuo” muy arraigado en la isla que se llama Guachinche. Estos tipos de comercio, muy reglamentados, aparecen gracias a la importante actividad vitivinícola de la isla y ofrecen a sus clientes únicamente su vino de cosecha propia y una cocina de tipo familiar de guisos caseros, sin postres, ni refrescos, ni cafés, a precios baratísimos. Deben haber unos 135 en toda la isla. Estos son los auténticos, pero luego se han creado, los "gastro-guachinches", que también son productores de vino, y hacen una cocina tradicional, pero que se han declarado como restauradores, y aunque se basan en el espíritu guachinche pueden funcionar y funcionan como cualquier otro restaurante.

Ya mencioné el Calderito de la Abuela, en mi comentario sobre su "primo hermano" La Bodeguita de Enfrente. Este gastroguachinche, tiene al frente de sus fogones a los hermanos Xavier y Fabian Torres y el pasado mes de julio recibió el galardón de mejor restaurante de cocina canaria 2016.

Me permitiré recordar, de lo mencionado en mi comentario anterior, que su filosofía, común con los dos otros dos miembros del grupo familiar Tripicotea, es slow food(Km 0), y que se suministran de productos de su propio huerto y producen su propio vino en la finca Las Rebanadas y en la finca Burchard. Para las verduras y frutales que ellos no cultivan, las carnes y los pescados les llegan a través de productores locales y comarcales.

Está ubicado a pie de carretera en el bonito pueblo de Santa Ursula, en una típica casa canaria y desde su comedor pueden verse unas vistas excelentes del valle de la Orotava, del Teide y del Océano.
Su interior es muy pintoresco. A diferencia de su vecino La Bodeguita, este está mas estructurado en comedor, con mesas situadas a todo lo largo de un pasillo con ventanales con vistas, hasta llegar a la sala final que es el gran mirador en estilo cinemascope. Ahí es donde hubiese querido reservar una mesa pero todo estaba completo, el restaurante estaba a tope.
Nos ubicaron en una mesa a la entrada, con vista parcial sobre el Valle de la Orotava, pero como era de noche tampoco tenia demasiada importancia. Las mesas son de madera de pino, tipo antiguo vagón de tren, y no tienen manteles, las servilletas son de papel, la vajilla y los cubiertos son contemporáneos .Las copas son buenas. El servicio de sala es muy bueno, dinámico, muy simpático, y profesional. El servicio del vino es bueno y me pareció que la carta era bastante completa en vinos canarios, digo que me pareció, porque no me aplique en leerla ya que me decidí rápidamente por un viejo conocido.

Para comenzar compartimos :

Gambas al ajillo servidas en una sartén, fresquísimas y riquísimas con un aceite para mojar pan, mucho pan y además hago hincapié en que el pan que ellos hacen esta riquísimo (Tripicotea hace el mejor pan que hemos comido de todos los restaurantes visitados). De las mejores gambas al ajillo que recuerdo haber comido.

Wok Thai Verduras, gambas, cilantro y frutos secos. Muy rico.

De plato principal, ambos escogimos el pescado del día :

Cherne negro a la bilbaína con papas guisadas Delicioso el cherne, doradito por fuera y poco hecho en su interior, perfecto punto de cocción. Las patatas, de las buenas de la isla.

Terminamos la cena con un postre compartido :

Tres leches Su especialidad a base de leche merengada, leche de vaca y leche condensada. Bueno.

Para beber acompañamos la cena con el mismo vino que habíamos tomado el día anterior, cuando lo veo en una carta es de vicio... Bermejo seco Fermentado en Barrica 2015 DO Lanzarote Bodegas Los Bermejos, cepajes 100% malvasia volcánica. Muy rico

Finalizamos con dos cafés en cafetera italiana .

La cuenta ascendió a 38 €/persona. Muy buena RCP. como en la "Bodeguita", buenos productos slow food, buenos guisos tradicionales y buenos platos del día. El entorno del guachinche, de antigua casa de comidas, me encantó y su comida también. Del grupo Tripicotea solo nos faltó conocer El Lagar de Mario, pero eso será en otra ocasión. Cuando retornemos a Tenerife volveremos al Calderito de la Abuela.