No era la primera vez que visitábamos la casa y no será la última desde luego.
Después de haber pasado una Semana Santa muy gastronómica había que poner el punto final el sábado por la noche en un sitio al menos decente. Después de intentar sin éxito reservar en varios restaurantes de Sanxenxo e incluso Pontevedra, nos acordamos de Ribeira de Fefiñáns en Cambados.
La llegada al pueblo nos sorprende sobremanera por el contraste entre el bullicio y abarrote de Sanxenxo y la tranquilidad, casi quietud de Cambados. Entramos a la vinoteca-restaurante y, aún teniendo gente, no estaba llena como cabría esperar; el lleno total llegó un poco más tarde.
Nos recibe Xabi, el alma máter de la cocina actual y también jefe de sala y nos acomoda en una de las mesas bajas. Elegimos la comida teniendo en cuenta sus recomendaciones y de los vinos ya se encarga él. Todo al centro para compartir (cómo me gusta esta fórmula!):
• Empezamos a petición de uno de los comensales con un variado de conservas. Vaya calidad de la materia prima … Sardinilla con brotes y tomate, mejillones en escabeche, espárragos con virutas de jamón ibérico y caballeta con un picadillo de cebolla y pimiento. No como habitualmente conservas pero si son de calidad resultan exquisitas.
• Zamburiñas (de las auténticas). Casi no hay en el mercado ninguna zamburiña, la mayoría de lo que se puede encontrar es volandeira que, aún estándo buena, se queda lejos de la de verdad. Una textura, un sabor a yodo. Resultaron tan buenas que según llegaron a la mesa ya solicitamos otra ración.
• Colas de langostino envueltas en pasta kataifi. Otra ración que hubo que repetir. Algo tan sencillo como este plato resulta la mar de interesante si se ejecuta con maestría. La carne del langostino con la tensión perfecta, la pasta crujiente y acompañando una mostaza ligera que redondeaba el conjunto.
• Ensalada templada de pulpo y langostinos. A base de brotes, garbanzo, pulpo y colas de langostino resultaba interesante aunque resultó quizás el plato más flojo de la noche.
• Terminamos la parte salada con una estupenda croca de ternera con patata frita. La carne se deshacía en la boca y el punto de plancha el adecuado.
• Antes del postre decidimos tomar una tabla de quesos. No recuerdo los tipos de queso pero sí que el plato quedó limpio.
• Por último, compartimos tarta de queso de la que me gusta a mí, de horno y con cierta dureza. Muy buena también y un buen final para una cena de lo más agradable.
En cuanto a los vinos, nos fueron sacando a ciegas lo que ellos quisieron (nuestros acompañantes tienen mucha confianza con Jose, el dueño) y esto fue lo elegido:
• Peter Jakob Kühn Amphore Trocken Riesling 2009
• Martín Codax Vindel 2012
• Refugallo 2009
• Domaine Bertagna Les Plantes Premier Cru 2005
• Champagne Pascal Doquet Grand Cru Blanc de Blancs
Todos los vinos a una gran altura destacando el riesling elaborado en ánfora que no había probado nunca y que me sorprendió gratamente. Interesante el Vindel de Martín Codax, que a pesar de ser un vino de cooperativa no está nada mal hecho. Gran evolución la de Refugallo 2009 que, a pesar de ser un básico, estaba perfecto. Por último, bien Les Plantes de Domaine Bertagna y el champagne de Pascal Doquet aunque no emocionaron.
Copas de calidad y cambio de las mismas con cada vino.
En definitiva, una gran velada en una gran compañía y en un sitio en el que hacen que el cliente se sienta como en casa además de cocinar muy bien.
De langostinos envueltos en kataifi soy capaz yo de comerme...... ¿mil?... o más. :-)
A mi también dame la tarta de queso como "dios manda", no esas "marico...as" que ponen por ahí.
Me alegra verte por aquí, que últimamente estáis una cuadrilla que no dais señales de vida. Un abrazo
En Semana Santa supongo que pasará como en todos los sitios turísticos: la gente llega de todo el invierno y como son cuatro días lo da todo, el verano ya es más tranquilo porque son más días. Decía la gente de la hostelería que habían facturado como en los mejores fines de semana de agosto de las épocas buenas antes de la crisis así que imagínate ...
Pues sí que son un vicio los langostinos envueltos en kataifi, se comen sin darse uno cuenta.
Llevo una temporada que estoy muy vago, a ver si voy recuperando poco a poco el ritmo ...
Un abrazo!
Tiene muy buena pinta, otro mas en la lista de visitables para agosto ;-)) Creo que voy a tener mas restaurantes que dias, jajaja
Yo también probé un vino fermentado en anfora de arcilla,no era un riesling, era un Sicus Xarel-lo 2012 DO Penedès, y también me sorprendió gratamente.
Un abrazo
Joan
Hay muchos restaurantes que valen la pena en la zona. Óscar te puede dar unas indicaciones certeras ;-)
Si finalmente vienes en agosto avísame y por lo menos nos ponemos cara.
Vinos curiosos los hechos en ánfora, no he probado muchos pero son sorprendentes.
Un abrazo!
Ya te pasaré un correo privado, dándote mis fechas y lugares de estancia para ver si podemos coincidir un dia para ante todo conocernos y compartir mesa
Un abrazo
Joan
Lo vamos hablando. Supongo que no habrá mayor problema.
Un abrazo.
Éste es el de Jose al que creo que conoces del facebook. Si finalmente vas seguro que vale la pena.
Muy buena pinta la comida y unos vinos de altura!!! Buen comentario estimado Alberto, en tú linea ;-)
Abrazotes!!!
Muchas gracias Javi!
No se nos dio mal el día, no podemos quejarnos mucho ;-)
Un abrazo!!
Croca es la parte más tierna de la ternera, una especie de filetes gruesos de carne que se deshaceen la boca.
Yo también hace mucho tiempo que no pruebo la línea básica de Martín Codax pero esto es una elaboración especial que no estaba mal. Lógicamente no es un vino de los top de Rías Baixas pero vale la pena probarlo.
Saludos!
Indagando en el buscador me sale que croca es como denomináis a la cadera en Galicia. En ocasiones si no he encontrado solomillo para hacer un steak tartare en la carnicería me han puesto cadera y el resultado ha sido bastante satisfactorio.
En Galicia dependiendo de la zona se llama croca o cuada (de culo) lo cual implica que probablemente estés en lo cierto con la cadera. Suele ser una carne muy apreciada.
Sí que hay una buena bodega. Jose, el dueño, además de la Vinoteca, es distribuidor y maneja "buen material".
Intento cuidarme aunque, efectivamente, me cuesta mucho contarlo, paso por una fase vaga.
Envidia la justa porque con tus homenajes ...
Un abrazo.
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