Con motivo de nuestra visita a la Ciudad de Astorga, como un día comimos el famoso cocido maragato en casa de Doña Maruja y al día siguiente fue la comida institucional en el Serrano, por la noche no apetecía(ni debíamos ) cenar a mesa y mantel y caímos en la terraza de este local, los 8 del grupo ya comentado.
No es que hiciese una temperatura alta, pero en la terraza como está cubierta se estaba a gusto, en un mesa alta con unos taburetes también de cierta altura.
Ante el nombre del lugar, entramos a ver qué tipo de vinos disponía, y rápidamente una camarera (que al final tras tres visitas, nos hemos enterado de su nombre que es Vanesa) nos cautivó con su amabilidad, su disposición a darnos todo tipo de explicaciones y atender a todas nuestras preguntas. He dicho tres visitas, pues fueron las dos noches y al mediodía del segunda jornada, pues hubo un ratito para un receso en el programa.
El local por lo que parece, tiene la zona de la barra, una zona en la planta de la barra ligeramente separado para comer informal, un comedor en la zona superior y la terraza que fue donde aparcamos definitivamente. Por la noche entendí que se convertía en bar de copas.
El servicio del vino, muy bueno con cambio de copas constante y de muy buena calidad (en el sentido de la palabra, no es una forma de hablar) con una carta bastante amplia y a precios considerados.
Tomamos varios vinos de la zona, Peregrino rosado con algún otro rosado de la bodega Gordenzello, otros prieto picudo con roble y una Cepas Viejas de Dominio de Tares de 2009.
En cuanto a comer recuerdo: Cecina con tostas y un buen aceite, Morcilla de León para untar, croquetas, surtido de quesos e incluso garbanzos de pico pradal con pulpo. Buen nivel, estando quizás lo mejor, como era de esperar la cecina.
No recuerdo el precio en concreto.
Comentario:
Para ir plan picoteo, con unos vinos bien servido, con buenas copas y a precios considerados perfectamente aconsejable. El servicio tanto la referida camarera como sus compañeros muy amables y eficientes.
Como se nota que eres el economista del grupo y llevas las cuentas.
No me acordaba del pollo con pimientos que creo que se puso al mediodia y yo sali apresurado por la hora.
A colación de esto decir que ponian una tapa bien buena.
En la visita que hicimos nosotros el otoño pasado quedamos algo defraudados. Cenamos en su restaurante (planta alta), y su cocina no terminó de convencernos. Quizás la opción de tapeo sea mejor opción. Con el camarero tampoco tuvimos suerte. El que nos atendió era lo siguiente a pesado. Una pena que no disfrutáramos de la simpatía y profesionalidad de Vanesa.
Jaja, pues qué mala suerte! O... ¡qué suerte la nuestra!
Nosotros, tal como dice Gabriel, no llegamos a entrar. Nos quedamos siempre en la mesa alta con banquetas que había a la entrada, bajo los soportales, en la que se estaba de maravilla, y Vanesa siempre pendiente.
Yo no llegué ni a sentarme en la banqueta en ninguna de las tres ocasiones, ¿para qué? Buchito de vino por aquí, bocadito de cecina por allá... ¡Y otra!
Lo lleva de una manera perfecta.
En eso de tapear tanto tu como yo, lo hacemos sin sentarnos lo cual permite charlar con unos y con otros.
Muchas gracias por el elogio. El contable.
Fantástico sitio, decoracion exquisita, con detalles espectaculares, y localización perfecta. Muy recomendable. Y la opcion de tapear o comer, al gusto. Muy buen cuidado de los vinos.
La camarera, Vanesa, es muy conocida en la hostelería de la ciudad. Tuvo un pub mucho tiempo que tenía alma, el Siempre. Es perfecta para la hostelería, la persona ideal para hacer sentir al cliente que está en un lugar diferente.
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