Tapas de autor... pero raciones escasas

Sábado noche y con un grupo de amigos nos dirigimos a este afamado ¿bar, gastrobar, bar de tapas? de l'esquerra de l'Eixample barcelonés. Las referencias por internet eran más que buenas y fui con la idea de disfrutar algo a lo que no estoy acostumbrado. Hay que indicar que con 7 personas más se hace difícil escoger los platos porque cada uno tiene sus gustos y hay paladares más difíciles que otros.
Empezamos con unas deliciosas croquetas (1.80 la unidad) de jamón y queso (parecía) de generoso tamaño y con un rebozado no habitual. unas raciones de bravas con picadillo De carne (matanza) a 3.40 eur no excelentes pero sí sabrosas.
Para empezar un Priorat de Garnatxa (no recuerdo el nombre, no me suelo fijar tanto en los vinos cuando voy con gente a menos que sea algo excepcional a 24 eur servido en copas Schott a temperatura perfecta. Un detalle que hace que le ponga solo "bueno" al servicio es que les faltaban varias botellas. Un restaurante de categoría ya alta no puede permitirse estos fallos. El vino, por cierto muy bueno. Los Priorats son un valor seguro incluso en sus botellas más asequibles.
Seguimos con unos mejillones como escabechados aceptables (me gustan más quizá al natural) y unas tortillas de trompetes de la mort (muerte) y alcachofas. Aquí ya empecé a notar como la cantidad de las raciones no se correspondía con el precio (5.80 eur la tortilla del equivalente de un huevo (diámetro de un CD como mucho). Creo que añadirle más "cemento" no supone mucho coste y el estómago (y la vista) lo agraderían.
Pa de vidre (pan tomate tipo vidrio) bastante sabroso y cada uno pidió una tapa individual. La mía, tripes amb cigrons (callos con garbanzos), ración pequeña aunque no diminuta muy sabrosa pero que picaba muchisimo!! (Táctica para que pidiéramos más bebida: espero que no, no estamos en una tasca del Gòtic de Barcelona o en Granada...). 5.70 eur
Pedimos una 2ª botella (queríamos la misma, pero también era la última) y el sommelier nos recomendó un Finca la Garriga asegurándonos que por 2 eur más notaríamos la diferencia. El vino estaba muy bueno (Samsó, que es como se llama a la Cariñena allí) pero no gustó tanto (más cuerpo, capa más oscura, más postgusto, menos dulce... más difícil sobretodo para los que nos estamos iniciando en esto). Pero buena recomendación sin duda.
Para acabar decidimos probar el carro de quesos. Nos prepararon una selección aceptando nuestras peticiones con algunas sugerencias:
- Comté 30 meses. Fabuloso, lo pedía porque tiene fama de uno de los mejores quesos del mundo. 9.5/10
- Gorgonzola artesanal. También fabuloso 9/10.
- Uno del pirineo (Ripollès) diría de cabra 8/10.
- Diría que era Munster francés, pero no lo tengo claro 7/10
- El último, el más flojo, Pecorino italiano (obsequio). No me gustó nada, no sé si era mi paladar o que no estaba bien afinado. 4/10.
Comentar que cada plato a compartir entre 4 costaba 12 eur y dudo que llegara a los 150 gr. Se podrían haber estirado un poquito más.
No tomamos postre dulce. Alguien tomó un café solo (1.25 eur pero con trufa como queriendo indicar que están a punto de petits fours y vasito de agua, buen detalle). Por cierto, nos invitaron a trufas.

En resumen, buena experiencia pero sólo 2 platos realmente destacables y uno eran los quesos. Precio no exagerado pero sí muy poca cantidad (dos tapas de rape a 12 eur y eran como media ración). Salimos con algo de hambre, pero tampoco queríamos pagar 40 eur/pa. Servicio atento pero demasiado encima, tipo 1 estrella. No estamos acostumbrados a este trato y se hizo algo cargante. También indicar que nuestras dudas a la hora de pedir tampoco ayudaron mucho. Muy correcto el trato de todos modos, incluso te abren la puerta. Digamos que es un sitio de tapas de autor (no probamos las más atrevidas) a precio asequible con una decoración bastante destacada (el local por desgracia no es muy amplio). Para repetir de vez en cuando pero escogiendo bien los platos y yendo con la mente abierta. Notable experiencia de todas maneras.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Francescf

    Lo de la cantidad es un mal endémico en Barcelona. Aprovechando la Barcelona Restaurant Week, te recomiendo que visites La Jacaranda del Dos Torres :-)

  2. #2

    Kastroboy

    en respuesta a Francescf
    Ver mensaje de Francescf

    Bueno, tampoco es que fueran raciones ínfimas, pero sí que es cierto que tomando una tapa entera por persona más dos croquetas más tres tapas más a compartir cada cuatro más dos raciones de pan, los quesos y la trufa, salimos con hambre todos. Y había cuatro mujeres.

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