Vino, sexo y literatura
Vino, sexo y literatura
He leído esta mañana en la edición en papel del periódico El Levante-EMV la reseña de un libro de un autor castellonense, Vicent Palatsi, y me ha llamado la atención. El libro se titula Vitis vinifera cataloniae. Relats erotics per a amants del vi y, eso sí, está escrito en valenciano. Vicent Palatsi, además de filósofo y escritor, es miembro de la Asociación enológica de Castellón y buen conocedor de los vinos del litoral mediterráneo desde Murcia hasta el Roselló. Y utiliza precisamente diferentes vinos de estas zonas para hilar un libro con ocho cuentos y un epílogo que, a priori, incitan a la lectura.
¿Habéis leído otros libros donde se relacione tan claramente el sexo, el erotismo y el vino?. A ver si somos capaces de hacer un listado :-)
Re: Vino, sexo y literatura
Ver mensaje de Jose Contrerasleerlo a ese señor ni idea pero vivir el sexo y fanatizarme con el erotismo siempre con el vino hasta donde uno puede llegar que ya estoy solo haciendo cabotaje
un repaso por amazon y hay donde elegir
Re: Vino, sexo y literatura
Ver mensaje de ChandlerLo que sí está claro es que el sexo y el vino en la práctica están muy ligados en la historia desde que se produce ese primer elixir que era la combinación del zumo de la uva, la miel y determinadas especias para "aletargar los sentidos y restar la inhibición". Y eso es lo que a tí parece que te gusta practicar, ¡y a quien no! :-)
Pero a mí me interesa también conocer esa combinación en la literatura Ya sé que si busco en Amazon u otras librerías seguro que encuentro referencias pero prefiero conocer la opinión de otros foreros que hayan leído libros al respecto.
Re: Vino, sexo y literatura
Ver mensaje de Jose Contrerasen USA el publico es muy asiduo a escritores como James Pinckney Miller y relatos my cercanos a television y hollywood (days of wine & roses)
Re: Vino, sexo y literatura
Ver mensaje de Jose ContrerasAlguien estaba escribiendo (Un escritor)algo sobre sexo y vino, más bien pretendía simbolizarel amor humano en las variedades de uva...me pidió una ayudita yyo le envié la siguiente introducción, aunque no pude ayudarlo más, de momento, tengo mucho trabajo (Me gusta pasear dos o tres horas cada mañana conlos perros y por la tarde la siesta y la cervecita en el café), pero me consta que algo estaban haciendo
"Yo siempre he pensado que el macho garnacha, era algo demasiado redundante para ser verdad. Vamos, los veo bien como las mariposas que revolotean por los muros de las viejas iglesias. A menudo algunos de estos especímenes de floreteados mariposones se mezclan entre distintas calidades de hercúleos cabernets, queriendo parecer lo que no son. Pero no son. Es evidente. No son ni tan recios, ni tan aguerridos, ni tan morenos, ni tan afilados. Ni penetran en las cavidades gustativas con ese orgullo de hombrones sin tapujos, avasallando, que es gerundio y que tanto nos gusta. No, los garnachas siempre piden permiso. Primero huelen demasiado. No huelen como hombres, a tabaco, sudor y especias…no, ¡Qué va! Huelen más bien a fruta madurando al sol , a pasas, a flores de cementerio. Van demasiado adornados y nunca hacen de la oscuridad un misterio sin fondo en la copa. Si miras a través de ellos, en ese rojizo rosado con ribete pálido de cebolla, no encuentras frescor, ni sutilezas, ni misterio.
Por eso cuando conocí aquella garnacha tierna, que temblaba toda ella esperando mi aprobación, no caí en las garras de su ambigua dualidad. Jugué con ella, me serví del fondo de su copa, apurando la caricia aterciopelada que me daba. Demasiado aterciopelada para mi gusto. Me entusiasma mucho la franca aspereza de las razas oscuras y de los olores arriesgados, que van más allá de jardines ingleses y parterres de ricos empresarios, sin imaginación. La garnacha es un macho que no da lugar a imaginar impúdicas aventuras ni dramas lacrimosos, eternos.
El garnacha tiene alma de diablo. Quizás no tiene alma siquiera.
Me gustan los fantasmas. Estuve perdidamente enamorada de uno. Las almas en pena son atractivas. Escuecen. No pueden tocarse con las manos. Van directas al corazón. Por eso una vez estuve enamorada de un alma en pena, se llamaba cariñena. Cariñena no era un ángel, era un soldado de la legión de honor de los muertos. Garnacha era su enemigo, el diablo que todo lo enreda.Cuando me acosté con cariñena la primera vez, ocurrió algo que ni siquiera en las revistas especializadas habría podido descubrir...
(Continuará)"
Re: Vino, sexo y literatura
Ver mensaje de Garranxasanto cielos conociendo su firma por medio de un amigo en comun tiemblo que usted continue la historia
para mi la garncha es de meseta esteparia calurosa y sedienta muy ardiente y hasta podria ser violenta en el sexo es algo como mojar algodon en jarabe y prefiero las flores secas de violeta que esas de cementerio pero sus gustos son mas fuertes que los mios aunque el sexo siempre tiene un vencedor aquel que no tiene obstaculos por ceder
es usted demasiado emblemataica para responderle y apenas conozco su vida pero se atreve tanto que tiene aqui un admirador si no me he equivocado por la refencia de mi amigo
que diablos!
Re: Vino, sexo y literatura
Ver mensaje de Chandlerlas flores de los muertos. Dalias y crisantemos. Son flores que envejecen con el invierno, y se marchitan juntándose con la turba, y huelen a muertos. Un olor muy especial, a amor marchito, pero también como bien dices a perversión, a fatalidad, a desenfreno, a orgía.
La violeta que es la flor de la masculina carinyena, o de la femenina merlot, o incluso de la hermafrodita tempranillo... esa violeta que algunos confunden con el brett y otros con los acetatos, la verdadera violeta, la pura, la que no da la siembra de levaduras, esa que solo saben recnocer los muy buenos catadores. La violeta de los grandes viñedos, que no huelen muchas narices masculinas, entrenadas en vinos medianillos.(Cuántos enolouillos he visto hablar de violetas habiendo claveles o dalias, o quizás incluso azahar...y hablar de acetatos habiendo grandes violetas...daño hacen las malas narices a los grandes vinos).
La violeta pura es como una docena de ostras y una botela de champagne y un quilo de nata, sobre el cuerpo de una mujer, o sobre la masculinidad de un vino...
en fin!!!
Nos vamos a bailar... que es fin de semana!!!
hasta mañana.
Encantada
Re: Vino, sexo y literatura
Ver mensaje de GarranxaJAJA me echa del tiesto la gente con tanto vino esta confusa por eso es mejor tratar el vino como un forastero y ver que cosas trae a contar
dejarse llevar y que lo pase bien con nata y champagne