Nuevo destino de los viticultores chinos: el espacio exterior

¿Vino con aroma a roca lunar, con notas de polvo de estrella y con reminiscencias a basura espacial? 

Como siempre los chinos siempre quieren superarse y si pueden, proteger su producto y hacer todo lo posible en su país, hasta ahí ninguna novedad. 

Pues bien, ya se han hecho con muchos viñedos y bodegas de Francia, España e Italia y también producen su propio vino (el Noble dragón con muy buena puntuación de la prensa británica) pero claaaaaro... Ellos no se quieren quedar ahí, y quieren cultivar el vino perfecto. El problema de China es que tiene una climatología muy difícil para el cultivo de viñedos, por eso se les ha ocurrido la idea de enviar al espacio muestras de cabernet sauvignon, merlot y pinot noir con la intención de conseguir cepas resistentes al duro clima de las zonas en las que pretenden plantar estas variedades.

El medio de transporte ha sido su más moderno laboratorio espacial, el Tiangong-2, lanzado el 15 de septiembre y en el que los científicos chinos esperan conseguir mutaciones que faciliten la adaptación de las plantas a la llanura tibetana, el desierto de Gobi o las rocosas pendientes de la provincia de Ningxia.

Y tu te estás preguntando.. ¿Cómo lo van a conseguir? Pues bien, los científicos chinos confían que la exposición a la radiación espacial genere cambios en las cepas que las hagan más resistentes a condiciones climatológicas adversas.

La verdad que la noticia me ha dejado atónita... Ya veremos el resultado de este primer pie de las uvas en el espacio.