Re: La musica del ví y cata por parejas de Vila Viniteca
¡¡¡Muchas gracias a todos por vuestras felicitaciones!!!.
Fue una experiencia muy bonita.
En la primera ronda se nos dio muy bien. Lo tuvimos claro con muchos vinos (algunos los equivocamos pero nos parecían claros :))
El tempranillo de rioja y el priorat los vimos pronto. El tercero también los vimos pronto pero para mal, nos pareció una garnacha de Chateauneuf y resultó ser un merlot italiano. Es la segunda vez que los merlots fuera de Burdeos me garnachean, lo tendré que mirar. En todo caso era un vinazo, el que más me gustó.
Muchas dudas con el espumoso, el último que decidimos. A mí me parecía champagne y a mi mujer cava, le tenía que hacer caso a ella pero no lo hice.
El O soro lo clavamos completo.
El más claro de todos fuer el riesling auslesse.
El último también lo tuve claro, pero para mal. Nos fuimos a Jurançon porque tenía una nariz bastante amielada pero en boca era poco dulce.
Al destapar los vinos ya vimos que lo habíamos hecho bastante bien. No tenía claro que nos clasificaramos porque la última edición teníamos más puntos y no pasamos.
Cuando nos nombraron tardé un buen rato en serenarme, vaya nervios.
En la ronda final fue todo lo contrario, nos costaron mucho los vinos y, salvo del último, estoy muy orgulloso del trabajo realizado.
En el champagne inicialmente me pareció cava y a mi mujer champagne, pero aprendí de mis errores y al rato era un claro champagne rosado de mucha calidad.
El a pita cega nos volvió locos de remate. Una hora con él y no había forma, con reducción, acidez media, ligero. Ni idea de dónde enviarlo, creo que a todos nos pasó parecido.
El cinsault chileno era muy similar a una garnacha de Madrid, sin color, algo medicamentoso, con acidez media. Habíamos probado otras cinsault de Pedro Parra y eran muy diferentes.
El pinot noir lo vimos desde el principio y también que no era Francia, pero no sabía dónde ubicarlo. No fuimos USA.
El shiraz de Cayuse era para volverse loco. Otro que no hizo devanarnos el seso, amargoso hasta decir basta. Al final mi mujer vio la shiraz y eso pusimos, pero nos fuimos a Australia.
El rancio también dio mucha faena. Nos costó bastante. Al final lo vimos y hacertamos mucho ya que lo enviamos a Empordá.
La espinita fue el tokay, era de los más reconocibles y pensamos en un sauternes viejo. Quizá demasiado denso para eso. El mejor vino para nosotros.
Un día estupendo rodeado de amigos.