Resumiendo mucho, diría que tuvieron su momento de gloria en la primera década

Resumiendo mucho, diría que tuvieron su momento de gloria en la primera década de este siglo, basando su apuesta en el uso de variedades foráneas tratadas de la manera que en aquel momento estaba de moda. Tuvieron un éxito considerable y eso propició que antes de la crisis inmobiliaria grandes grupos bodegueros (Barbadillo, González Byass) e inversores crearan fastuosas bodegas (como Irius, ahora Sommos) y pidieran cantidades desorbitadas por algunos de sus vinos (nada que no ocurriera en otros sitios). Con el cambio de década les pasó factura tanto estas inversiones que la crisis se llevó por delante como el cambio de tendencia del mercado buscando más la identidad local que los vinos "internacionales".

Por lo que leído últimamente, ahora están buscando recuperar algunas de las variedades autóctonas que en su día fueron reemplazadas por las "mejorantes". Imagino que estarán tratando de redefinir su identidad. O definirla, porque si me preguntan cuál sería el perfil de un vino del Somontano sería difícil de dar con el batiburrillo que está autorizado:

Variedades tintas: Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo, Syrah, Garnacha Tinta, Moristel, Parraleta y Pinot Noir.

Variedades blancas: Chardonnay, Gewürztraminer, Macabeo, Sauvignon Blanc, Garnacha Blanca, Riesling y Alcañón.

En cualquier caso, siguen teniendo un público que se ha mantenido fiel, si bien mi percepción es que está más en el sector "vinos de supermercado" (con mi respeto para esa opción) que en el de tienda especializada.

Saludos