Buenos días. Leo interesado tu apunte, con la certeza que estas prácticas son

Buenos días. Leo interesado tu apunte, con la certeza que estas prácticas son habituales entre nosotros. No tanto por los equipos de filtrado, que no tienen un coste elevado (excepto las grandes). Sino por el volumen de inversión que representa empezar una bodega con viñas propias, en su conjunto y el tiempo de publicidad de tu producto; hasta el margen cero, donde se cubren las perdidas. Lo más caro sigue siendo el terreno, pero esto es muy variable, si no te ciñes a una zona geográfica.

Los vinos con mejor RCP, a mi entender, son los que hacen grandes volúmenes con un preliminar de calidad. Por supuesto, están las cooperativas. Los vinos de cooperativa tienen mucha tipicidad y por lo tanto son buenos para empezar la práctica de la cata.

Un problema de empezar de cero, es la longevidad de la vitis, los años de espera. Yo tengo cepas de 4 años, 3 años y dos. Tardarán todavía algunos años en alcanzar una madurez, que me permita hacer vinos de una cierta importancia. Pero plantar sigue siendo la forma más económica de obtener una viña. Por eso, hay verdaderos expertos, que trabajan sin viñas propias. Tierry, en Mersault (Borgogne), un vignatier, con siete años de experiencia en un chateau, se asoció con un amigo holandés; y empezaron a producir en estas condiciones. Jamás podrían comprar un viñedo calificado 1er. Cru, pero si están profesionalmente valorados por todos los viticultores; obtienen incluso barricas en pupilaje, cuando hay pequeños volúmenes de mosto, que muestran calidades excepcionales.
Sin duda, la calidad es el objetivo. Es un preliminar. Lo difícil es poner el precio. J&B, en Mersault, tienen su borgogne más básico de salida por debajo de 15 euros (su gama baja), es barato.
Pero más de 100 euros una botella, es difícil de entender. Aun valorando todos los costes; incluso aunque los clientes lo paguen.
Siempre fascinante el mundo del vino y sus misterios.