Corpulenta y sabrosísima, me ha dejado impactado, qué barbaridad!!
Recibimos un surtido variado de cervezas belgas y ésta es con la que comenzamos. Esta cervecería estrenó en 1934 una nueva receta de una Pale Ale de graduación superior, en torno al 9,5%, que bautizó como Westmalle Tripel, siendo este el primer uso moderno de este término por lo que podemos considerarla como la madre de todas las Abbey Tripel de la nueva era. Esta receta original se mantuvo vigente hasta 1956, cuando se introdujo unas pequeñas variaciones, y desde entonces hasta ahora la Westmalle Tripel se ha seguido elaborándose de la misma manera.
Pero vamos a lo nueestro. Sacamos la botella de la nevera, abrimos y esperamos unos 15 minutos antes de servir a 9°C para su valoración.
VISUAL: De color amarillo anaranjado, muy turbio, con una espuma preciosa de tonalidades marfil, burbuja gruesa y muy persistente (96).
OLFATIVA: Los primeros aromas que encontramos son de levaduras, de pan recién hecho y de fruta con hueso (níspero y albaricoque). Al rato asoman más apuntes frutosos, de fruta blanca (pera), cítricos de ralladura de naranja y un toquecito a frutos secos (almendras crudas). De intensidad media y sobresaliente complejidad (90).
GUSTATIVA: En boca...Guau!!... es estratosférica. Cremosidad y untuosidad fantásticas con un punto bitter marcado así como el toque alcohólico. El carbónico muy presente, crujiente y delicioso. Paso por boca de gran amabilidad, cremoso y con un toque licoroso-anaranjado que nos recuerda al cointreau con notas tostadas bastante claras. En retronasal resaltan unos intensos aromas lupulosos de gran calidad y de nuevo la fruta con hueso. Post-gusto embelesador con el lúpulo como protagonista, acompañado por sabores dulzones y almendrados que nos recuerdan al mazapán y también a la mermelada de naranja. Brutal cerveza, creo que es la mejor rubia que he probado nunca. Con una persistencia de 3 minutos y 10 segundos de alucinante disfrute, corpulenta y sabrosísima, me ha dejado impactado, qué barbaridad!! (97).
La RCP pese a costar 2.35 euros el botellín de 33 cls la considero excelente, una delicatessen.
MARIDAJE: Nos la tomamos con unas lonchitas de queso curado de oveja. Excelente elección pues las intensas notas lácticas y salinas del queso armonizaron majestuosamente con los apuntes lupulosos y dulzones de nuestra maravillosa birrita. Qué gran descubrimineto!!
Salud-os!!
