Peña La Taberna

Estreno oficial de la Peña La Taberna

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“A todos los enópatas espongiformes”

La cata del pasado 27 de Mayo fue lo que para nosotros será siempre LA GRAN CATA. Ni que decir tiene que la cata se empezó a vivir desde el momento en el que la incluimos en el foro. Vuestras opiniones, deseos y consejos hicieron que la cata se hiciera grande para nosotros y, lejos de estar en Caldas, un pueblecito cercano a Barcelona, el foro conseguía darle una dimensión ya no nacional sino internacional. En definitiva, esto no hacia más que engrandecer el evento. Gracias a Verema.com por darnos esa posibilidad y gracias a todos los foreros y foreras por compartir con nosotros un momento tan importante.

El objeto de esta cata tenía dos propósitos, básicamente:
1. La inauguración de la bodega de Gaspar Linares.
2. La inauguración de “La Peña de la Taberna”, compuesta, por ahora, por Antonio Pena, Gaspar Linares, Fernando Del Villar y un servidor, Joan Pena.

Como os decía, los preparativos fueron apasionantes. Semanas antes discutíamos sobre los vinos, el tipo de cata (a botella vista, ciega,..),el numero de copas que teníamos que reunir, la posibilidad de invitar a Juan Carlos Ibáñez para tener un asesor y que la velada también fuera docente para nosotros, etc. Al final nos decidimos por vinos de una sola denominación de origen y que tuvieran un parecido importante. Así pues, la primera selección pasaba por catar los colosos Cirsion 99, Calvario 99, Pagos Viejos 99 y Aurus 97. El problema surgió en cuanto se apuntaron a la cata 3 personas más de las previstas. En este contexto decidimos adjuntar una botella más y, aprovechando que Toni tenía una Vicalanda GR 94, la selección definitiva ya estaba hecha. Aunque este último es otro estilo de vino respecto a los cuatro iniciales, parecía interesante ver como se comportaba en medio de los colosos de la nueva ola. En fin un experimento más dentro de la gran noche.

Por su parte, Gaspar, con su increíble “don de gentes”, fue tratando con Juan Carlos Ibáñez (Sumiller del Racó de Can Fabes) para ver como le cuadraba el tema para asistir a la cata. Hay que decir que Juan Carlos se mostró desde el principio muy interesado en el evento. Según él, estas catas entre amigos son relajantes, agradables y también enriquecedoras. El único problema era que en esos momentos Juan Carlos se encontraba con un sumiller francés (del Valle de la Loira) que colabora con él en el restaurante, y que “es como su sombra”. ¡Pues no hay ningún problema!, comentó Gaspar, ¡qué se venga también!.

Esto podía ser increíble. Dos maestros en una mesa con cinco vinazos y seis enópatas con una ilusión de mil par de narices que creo que no vale la pena explicar porque los que amáis el vino lo entenderéis perfectamente (mil gracias a Juan Ferrer por bautizarme en el foro como enópata espongiforme con una intervención que recordaré siempre). ¿Entendéis de lo que estoy hablando?. Una ilusión sin limites, sin principio ni final, no tiene fronteras ni puntos muertos, es..... un subidón imparable.

En definitiva, los asistentes a la cata fuimos los cuatro miembros de la Peña de la Taberna y cuatro invitados. Os los presentaré:

Miembros de la Peña:
Antonio Pena (Toni): Un perdiguero de Burgos no le llega ni a la suela. Como persona...inmejorable e insustituible.
Gaspar Linares (Gaspar):El rey de la descripción. La ilusión y la lealtad son pilares de su persona, es un artista.
Fernando del Villar (Nan) :Vive el vino con la pasión de un enópata irreversible, un gran tipo.
Joan Pena (Joan ) : El que escribe, convertido al club de los enópatas espongiformes sin retorno y sobre todo...amigo de sus amigos.

Nuestros invitados:
Sr. Gaspar Linares.: Nuestro primer invitado, padre del organizador, una persona fuera de serie.
Xavi Bertrán: Propietario del restaurante La Taberna de la Vila donde realizamos nuestras catas semanales. Que paciencia tienes Xavi...
Juan Carlos Ibáñez: Sumillier de “El Raco de Can Fabes” en el ámbito profesional no hay nada que decir sobre él ya que es uno de los mejores. Tan solo añadir que como persona es mejor aún sí cabe que como profesional. Fue un placer compartir la cata con él y aprender con sus conocimientos y la sencillez con la que los comparte.
Arnaud Echalier: Somellier francés del Valle de La Loire. Un tío muy majo con conocimientos que nos aportaron muchísimo.

Las copas que utilizamos para la cata fueron Riedel modelo Syrah tipo Vinum. Por supuesto, una copa por cada uno de los cinco vinos citados que catamos a ciegas (pues sólo Gaspar como organizador del evento conocía el orden de los vinos). En cuanto al tratamiento que se le dio a los vinos, después de recibir los consejos del foro (¡¿gracias a Gonzalo Lainez, Iñaki “ El Brujo”, Juan Ferrer, Iñaki Blasco, Juan Such, Roberto, Carlos Zalve etc, etc, etc...,!!), decidimos abrirlos a las 16:00 horas, dejándolos dentro de la cava a temperatura de 14ºC y humedad del 75% para ser decantados en sus correspondientes recipientes a las 20:30 h. El inicio de la cata estaba previsto para las 21:30. La temperatura de la habitación donde se realizó la cata era de 19ºC y la humedad del 68 %.

Había llegado el momento de la cata. Por fin, todos estábamos sentados alrededor de una mesa cubierta con un precioso mantel blanco Las 5 copas en forma de arco para cada uno y una ilusión en nuestro rostros difícil, muy difícil de describir. Gaspar tomó los decantadores uno a uno haciendo el servicio del vino en cada una de las copas perfectamente referenciadas en el pie para guardar la trazabilidad entre la copa, el decanter y la botella de vino. Bueno, el vino estaba servido, se oían pequeños comentarios, murmullos con el compañero y mucha expectación. De pronto, Juan Carlos, muy correctamente, pidió permiso para iniciar la cata. ¡Y se hizo la luz!.

Aunque en las fichas de cata aparecen resumidas nuestras impresiones sobre los vinos, me gustaría explayarme en el texto un poco más:

Tomamos el vino nº 1 observándolo, casi venerándolo, quedando atónitos y sin palabras ante el espectáculo que teníamos fijado en nuestras retinas las cuales trabajaban a velocidad de espanto para intentar catalogar con nuestras referencias el color, la intensidad etc,. De pronto, en medio de un silencio sepulcral, Juan Carlos inicia un breve monólogo poniendo al alcance de nuestros sentidos auditivos una descripción digna de un artista. No en vano estaba describiendo una obra maestra ya que aunque ni él ni nadie lo sabia, nuestro enigmático protagonista se llamaba Cirsion 99: “Picota cubierto, de capa alta atractivo y bello muy bello. Da un primer golpe de nariz aun con el vino en reposo y continúa: “fruta madura, notas de madera finas y muy bien integradas, vainilla muy clara”. Mueve la copa de forma acompasada y elegante denotando el peso del vino que genera movimientos lentos y armoniosos. Vuelve a fundir sus sentidos a través de su nariz continuando: “tonos de tostados, tabaco de pipa, balsámicos. Es muy elegante, fino integrado redondo y compensado”. Mientras tanto, en la mesa se escuchan comentarios con la ilusión del descubrimiento, notamos la vainilla, el café, el tabaco y nos apresuramos a corroborar estas sensaciones con la pretensión de que queden fijadas para siempre en nuestra recién iniciada base de datos para poderlas reconocer en un futuro inmediato.
El Cirsion 99 pasa a nuestras bocas y nuevamente aparece una sonrisa en el rostro de todos los catadores ¡¡Dios mío!! que delicia, es sedoso, goloso, agradable redondo es un bombón como un caramelo, inspeccionamos nuestra retronasal y volvemos a referenciar la vainilla, el tabaco, la fruta negra muy muy madura y los balsámicos y al tragar fundimos sensaciones olfato-gustativas denotando que una bomba acaba de entrar en nuestro cuerpo con el objetivo imparable de llegar hasta el fondo de nuestras ALMAS. Dejamos la copa en la mesa y el grado de satisfacción entre los catadores es SUPREMO la realidad estaba superando con creces a las expectativas.

Pasamos al vino nº 2 (Aurus 97) que aunque era otro vinazo, aparecía como algo más gastado, con notas de césped recién cortado después de un día de lluvia (nota de Toni). Se escucha en la sala: “¡¡¡joderrr....Toni estas que te sales!!!!, ja, ja!”. Continuando con nuestras apreciaciones, no nos pareció tan redondo como el Cirsion y presentaba una acidez demasiado sobresaliente. En cualquier caso a uno de los catadores (Nan) fue el que más le gustó. Picota cubierto, en nariz es más puntiagudo, fruta madura, tostados, en boca aparece un poco tánico y con un punto de acidez . Quizás uno de sus problemas más grandes fue venir justo detrás del Cirsion que es el colmo de la redondez y suavidad.

Al catar el nº 3 (La Vicalanda) rápidamente percibimos por su color que no estaba en buenas condiciones. En nariz solo había sensación de humedad y algo de corcho. Aprovechando la situación Juan Carlos nos dio una lección impresionante sobre el TCA que, aunque con la tristeza en nuestros rostros de no haber podido degustar tan maravilloso vino, nos permitió ampliar nuestros conocimientos. Está claro que, por más que te expliquen algo, cuando lo sientes, es cuando mejor lo percibes.

El vino nº4 (Pagos Viejos 99) se presentó también muy agradable, muy conjuntado, aunque menos persistente que el CIRSION. Juan Carlos encontró algunas notas muy interesantes como, piedra de fusil (en su opinión, el olor que dan dos piedras cuando las golpeas, parecido a la pólvora) regaliz, vainilla todo muy integrado. Este fue el primer vino que me llegó al Alma y, aun siendo el más económico de todos (no barato), se peleó como un valiente llegando al final en la segunda posición Fue un vino que gustó a la mayoría, aunque quizás fue el que tuvo la evolución más rápida en la copa.

Al final, llegamos al vino nº 5 (Calvario 99). Su color, picota, cubierto. En nariz es espectacular, potente, valiente y vivo. Su movimiento en la copa denota su peso siendo elegante, armonioso con una imagen de las que quedan. Fruta madura, balsámicos, bola de ciprés y notas minerales. En boca es agradable, goloso, con un tanino muy suave que hace retener durante un tiempo el vino intentando descubrir cada rincón de su estructura, disfrutando de un caldo sedoso, persistente y largo, muy largo. Esta noche mi alma estaba siendo visitada de una forma constante, pero este vino abrió mi corazón y, buscando su merecido espacio, se aferró a las paredes de mi alma de donde no saldrá jamás de los jamases. Personalmente creo que fue el que más me gustó aunque realmente es muy difícil decirlo pero, sobre todo, me pareció un vino que combinaba todas las cualidades existentes, con más potencia que el Cirsion y, a la vez, era redondo sedoso y agradable. Me pareció muy vivo, hasta el punto de retarte en un dialogo constante para descubrir sus intimidades. Fue, como ya leí en una crónica de Verema sobre el Clos Mogador 98, un vino para pensar.

Terminada la cata, y una vez todos habíamos puntuado, Gaspar descubrió las botellas y nos quedamos un poco sorprendidos de ver que el Calvario había superado ligeramente al Pagos Viejos y que ambos estaban por delante del Cirsion, dejando al Aurus en ultimo lugar. Claro está que las diferencias en puntuación no son relevantes como para decir cual fue mejor o peor ya que ante estos cuatro vinos creo que es una cuestión subjetiva de gustos lo que determina el orden de clasificación.

A continuación, iniciamos la cena que por la currada que se pegó Gaspar es merecedora del premio más alto. La cena estuvo preparada con calidad, dedicación, tiempo y cariño y el resultado final lo podría haber firmado el mismísimo Racó de Can Fabes. ¡Un millón de GRACIAS Gaspar!

El Menú consistió en:
Riñones de cordero lechal con cebollas y ajos tiernos confitados y guisantes de primera flor.
Butifarra con peras conference.
Pies de cerdo con garbanzos y bogabante.
El postre es cosa de la mujer de Gaspar, quien para intentar compensar la cena, nos preparó Gelé de María Luisa con yogur griego y bastones de manzana ácida Grammy Smith. Con el postre se abrió un Moscatel de Telmo Rodríguez que estaba de vicio.

Por último, no quisiera acabar esta primera crónica sin ofrecer los siguientes agradecimientos:

  • A los invitados, por disfrutar con nosotros el momento, respetando todas las normas de la peña, que se resumen en tres: ilusión, pasión y desparpajo para ser capaces de expresar y compartir todo lo que se siente en cada momento.
  • A Juan Carlos Ibáñez y Arnaus Echalier , por su disponibilidad a asistir a nuestra cata y por compartir de forma sencilla y completa sus conocimientos con nuestra ya creada PEÑA DE LA TABERNA.
  • De forma particular a Antonio Pena, Gaspar Linares y Fernando del Villar por haber formado, junto al que escribe, la peña que nos permite disfrutar de tan inexplicables momentos de emoción en nuestras catas semanales.
  • Y de forma muy especial a Verema.com. Y al decir Verema.com quiero englobar desde todos los que hacéis posible con vuestro trabajo que esta maravillosa pagina funcione, hasta todos los participantes de la página, entre los que me incluyo, ya que sin ellos nada seria posible. Verema.com influyó muy directamente en reafirmar nuestras ilusiones por el tema del vino y por tanto es parte causante de nuestra formación como Peña.

Tan solo me queda decir que el que haya llegado hasta aquí, se ha ganado un lugar en el cielo acompañado de....salud, pan y buen VINO.


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