Gran aceite de Jaén

Es una aceite muy suave, que tiene una finura especial.

Con un color amarillo pajizo, casi transparente y brillante con reflejos verdosos y dorados, de lluvia recién caida, flores silvestres.

Agradable intensidad aromatica a hierba recien cortada, monte húmedo, olivos, almendras crudas recién peladas, a manzana verde y recuerdos a frutos secos.

Entra en boca con mucha suavidad, es fresco, con un ligero amargor, se muestra equilibrado, denso, con cuerpo, perfectamente conjuntados el grado de picante y amargosidad que lo hacen que tenga un final fantástico. Y agradables sensaciones finales, que lo recuerdas, como los buenos vinos.

Aceite muy recomendable sobre todo para tomar en crudo con un trozo de pan, para catarlo sólo, ya que sus recuerdos a frutas, hierbas y ese ligero amargor lo hacen sensacional.