Perfectamente ensamblado y redondeado para la eternidad.

Hoy nos ha invitado nuestro amigo JM a su villa para que haga una paellita de pato a la pandilla de "Piketeros", viejos rockeros del 66 (Vicky, Ángel, Manolo y JM...grandes!!). Decido llevar conmigo un par de viejunos. El Château Piron de 1.995 ya ha sido valorado y ahora vamos con este Martínez Lacuesta reserva especial de la excelente añada en La Rioja de1.958. Ya lo catamos allá por 2015 en la India y nos impresionó. Veamos esta vez.

Abrimos ambas botellas al mismo tiempo y las dejamos respirar dos horas antes de catar. Decir que a la hora y media aún nos pareció un poco reducido por lo que decidimos decantarlo. El nivel de líquido de este RE estaba un pelín bajo, a 1 cm por bebajo de la base del cuello. Respecto al tapón, salió en perfectas condiciones con el abridor estándar de tijeras, de nuevo increible que tras 59 años nos encontremos un corcho en tan óptimo estado. Tintado en toda su longitud. Catamos a 17°C:

VISUAL: Nos presenta un color rojo cereza, con ligera turbidez y de capa baja con el ribete teja (85).

OLFATIVA: Una vez más encontramos una nariz acompotada con notas de mermelada de frambuesa, no dejará de sorprendernos que aún destaque la fruta. Al mover el líquido asoman aromas de sotobosque (romero), especiados avainillados, de canela y por supuesto toda una pátina de terciarios: hojarasca húmeda, polvorilla, desván, sangre, crin de caballo, flores marchitas, fungicos de trufa negra y finalmente apuntes balsámicos de after eight. Asombrosa la complejidad que demuestra y para colmo conservando una Intensidad media-alta, qué bárbaro! (94).

Creo que acertamos plenamente al decantar la botella, se oxigenó y se vino arriba como un campeón.

GUSTATIVA: Y vamos a la boca. Es pura seda, aterciopelado, casi sensual diría yo con una buena amplitud. Realmente muy lácteo pero con una ácidez alta, imponente como está el viejete, cómo se conserva!. Por otro lado los taninos los ha dulcificado de modo maravilloso dotando al conjunto de una suavidad propia de los grandes vinos, perfectamente ensamblado y redondeado para la eternidad. En retronasal de nuevo aparecen esos sutiles especiados de canela y vainilla marca "La Rioja" acompañados de elegantes apuntes balsámicos. Post-gusto muy suave, con recuerdos dulzones a guindas en licor y orejones. Su persistencia estratosférica, casi 4 minutos que se disfrutan con verdadero placer a cada sorbo. Increíble vinazo del cual aún nos quedan varias botellas. Iremos contando pero al parecer se ha estabilizado para no inmutarse durante al menos 50 años más (aunque yo ya no lo vea) (95).

La RCP ya lo comenté en 2015, excelente e inigualable pues 16 euros por esta reliquia es una pasada de precio.

La combinación con la paella de pato nos encantó. Poseedor de la suficiente acidez como para desgrasar la costilla y el pato de nuestro arrocito y aromáticamente en perfecta armonía entre los apuntes herbáceos y los fúngicos, yendo y viniendo de un lado a otro. Los viejunos de este nivel son pura droga, qué delicia de vino amigos, qué obra de arte y qué grande La Rioja!!! 

Salud-os!!

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • Decantado

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    • Recién abierta

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    • El tapón

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    • A la leña

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    • La paella

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    • Emplatado

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