Enmascarado

Botella borgoñona, etiqueta muy fina, “Premium Cuvee” y en resumen un conjunto que irradia elegancia a la vista y que esconde y enmascara lo que nos encontramos en su interior.
Primero, el corcho, lamentable para una bodega de este nivel, corcho conglomerado de baja calidad que da la impresión de que se les han terminado los corchos buenos en la bodega y han tenido que echar mano de los corchos malos. A medida que extraes el corcho se te quitan las ganas de continuar.
El vino, color cereza intenso con ribete teja, aspecto bastante turbio que transmite tristeza. Abundante lágrima en la copa que ya nos va avisando de lo que nos vamos a encontrar. La fase olfativa es la mejor para mí,intensos aromas a frutas rojas sobremaduradas y algo de vainilla. En boca se muestra potente, con muchas aristas y poco definido, exceso de alcohol y para mí demasiado tiempo en barrica o barrica de mala calidad o con demasiados vinos criados en su haber, el posgusto que deja no es en ningún caso agradable. Este vino me ha recordado a los antiguos reservas y grandes reservas de Rioja que se hacían con vinos que no aguantaban la crianza y que daban como resultado vinos maderosos con mucho alcohol. He tenido que tomar este vino a 13 grados para poder apreciar lo poco que he apreciado de bueno, porque a la temperatura recomendada de consumo el alcohol lo escondía todo. No lo recomiendo para nada.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar