Se bebe solo

Amarillo pajizo, burbuja pequeña y persistente.
Aromas primarios y refrescantes como la piel de manzana, los cítricos, las flores y la hierba fresca. Después van apareciendo tonos algo más complicados a mantequilla, brioche, madera mojada y piedras.
En boca nos ha parecido un vino delicado y femenino, con sabores campestres. Carbónico perfectamente integrado, alcohol imperceptible y estupenda acidez. Flores, frutas blancas, notas mentoladas, humedad y mineralidad.
Final sutil y perfumado, que deja recuerdos primarios.
Un Champagne que se bebe solo gracias a su gran acidez y por su deje juvenil. Me ha gustado.
Al parecer es una de las pocas Maisons que siguen perteneciendo a la misma familia desde hace más de siglo y medio.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar