Picota oscuro con ribete teja y lágrima compacta y definida. Limpio y sin mucho brillo. Capa alta.
Los aromas muestran desde un primer momento su lugar de procedencia: frutas rojas (cerezas, moras y frambuesas), trufas, chocolate amargo, tabaco rubio, madera mojada, cueros, tonos mentolados y mineralidad.
En boca aparece muy disfrutable, algo que me ha pasado más veces con otros barolos y barbarescos de 2007, y sin embargo no tanto con los de 2004, siendo esta última mejor añada. Paso fino, con buena acidez, presencia maderosa y un alcohol que no nos ha parecido agresivo. Sabores a fruta roja, ciruela, monte bajo, tonos punzantes, caza, humedad y mineralidad.
Final de recorrido medio con recuerdos campestres y licorosos.
Un buen vino, agradable y fácil de beber, al que quizá le falte la profundidad y el misterio de otros hermanos suyos de Serralunga. De todas formas, por unos 30€ poco más se puede pedir.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.