Un modesto venido a más

Rojo rubí, ribete atejado, capa media.
Media intensidad en nariz, algo cerrado en un principio pero que con el aire gana en expresión y no muestra defectos. Notas de café en grano, especias, ahumados, lácteos, vainillas, incluso frutas rojas muy maduras. Nariz muy riojana y realmente atractiva, que no decae con el aire.
En boca muestra viveza por su acidez y estructura, es redondo, fino y se bebe de maravilla, con un final ligeramente tánico y especiado, con posgusto balsámico. Persistencia media. En buen momento de consumo.
Quién nos iba a decir que un “modesto” crianza de 1982 iba a estar en tan buen estado 30 años después, lo cierto es que es un vino que no engaña ni oculta su procedencia y se muestra en plena forma. Sorpresas te da la vida, sin duda. Muy buen vino.

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