Seguramente es la primera vez que pruebo un 234 tras unos años de espera y ha merecido la pena. Parece un gran Chardonnay con profundidad y cierta contundencia sin perder frutalidad, quizás la ha transformado. Toques amargosos, de frutos secos y tostados se intercalan con hierbas silvestres y sutilezas florales. En boca sigue fresco, mejorado, contundente, sin perder el equilibrio, largo, con marcado postgusto maderoso y frutal. Merecerá la pena guardar esta añada unos cuantos años???

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