Añada más fresca y elegante

La ventaja de catar varios años seguidos un mismo vino es que te permite observar claramente el efecto de la añada, al margen de otros posibles cambios realizados en bodega. Para mí, esta añada 2010 es algo más fresca que la anterior, con más amplitud y elegancia. Tal vez la barrica esté todavía muy presente, para mi gusto, pero en unos meses seguro que la integración va a ser magnífica porque hay suficiente estructura y carga frutal para ello.

Organolépticamente, en nariz destacan las notas de fruta fresca carnosa (melocotón, melón, albaricoques) que le aproximan mucho más a algunos vinos franceses de esta variedad que a los que se producen en otras zonas españolas (como, por ejemplo, Rueda, donde priman las notas más tropicales). Los aromas a roble nuevo, vainilla y pan tostado son reflejo de esos 8 meses de crianza en barrica nueva que están pendientes de una ligera doma. En boca es bastante amplio, con buena estructura y muy fresco, fruto de una notable acidez. El retrogusto nos recuerda las notas frutales y vinosas (melocotón de viña), unidas a las especias dulces y ligeros tostados de la crianza.

Me sigo reafirmando en que Fransola, en esta nueva añada, sigue posicionándose entre los dos/tres mejores vinos de sauvignon blanc españoles. El PVP aproximado es de unos 18,00 euros y la temperatura de servicio recomendada, unos 8-10º C.