Sólo conocía sus cavas.

Y eso que no soy mucho de espumosos...Pero recuerdo como en casa de mis padres, muchos años atrás, iban y venían estas botellas. Y ciertamente, el vino me ha gustado mucho.

Color rojo picota con algunos tonos rubí, al igual que su ribete. Capa bastante alta y una lágrima presente en el cristal, muy fina y transparente.
La nariz tiene atractivo y expresividad. No es muy potente, pero igualmente lucida. Intensidad media; presenta algunas notas balsámicas (mentol, pino, aires mediterráneos...)y fruta en un buen punto de maduración.
Con el tiempo la Tempranillo hace acto de presencia con sus dejes especiados de pimienta negra, notas de hoja de tabaco y tabaco rubio. De fondo irán apareciendo los tostados de la madera, aunque no en exceso, demostrando una buena conjunción con la madurez frutal. Todo en su sitio.
La boca continúa ese carácter "Tempranillero". De nuevo tabaco, fruta más negra y madura. Acidez correcta y un tanino que se ha fusionado en el paladar gracias a tanto tiempo durmiendo y reposando en la botella. Final fresco con recuerdos a fruta madura.
Por unos míseros 5€ (o menos), este equilibrado tinto, merece una nota en consonancia.
Rico, y listo para beber.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar