Se llena la copa de toques golosos, cremosos, fruta entre licorosa y muy madura, comercial en el buen sentido de la palabra. Salen tonos de vainilla, los tostados, carbón, pimiento asado y caramelo de violetas. Las variedades foráneas son un 30%, pero marcan el resultado y el conjunto, la Bobal va en compañía, pero sin apenas protagonismo. Cuando se va la madera, que en un principio es la dominante, deja espacio a la fruta, resurge una fruta chispeante de arándano y grosella, vitamina c, rasgos medicinales de jarabe, ligeros herbáceos y manzana verde.
En boca entra un pelín dulce y fresco, el tanino seca y se apodera, aunque cede a la bondad de la madera, se torna más aterciopelado y pulido. Se va, quizás,demasiado pronto, quedando únicamente en la boca, el calor del alcohol.La Bobal esta desaparecida, no saca su raza, su bravío, se le hecha de menos.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.