Recomiendo decantarlo, no por que “necesite” airearse, sino por que tiene un principio y un final. Por lo tanto si lo jarreamos, uniformizamos la mezcla.
La temperatura también es un factor a tener en cuenta, fresco 16-18, pienso le sienta mejor, ¿será el verano quizás?

En nariz es tímido, hay que dejarle tiempo para que se exprese, lo hace con aromas secos, terrosos, humus, fruta madura confitada, frambuesa y arandanos, con toquecillos a golosinas acidas. Al tiempo aparecen o se desarrollan aromas a azúcar quemado, caramelo de violeta.

En boca es fresco, robusto, con estructura, con un tanino presente, pero que se disuelve fácilmente en la boca y se va. En el retrogusto hay que esperarlo, volverlo a catar, llenarte la boca y entonces comprendes lo que será este vino, quiero conjugar bien el verbo, lo que es. Es fruta roja, dulzor, goloso, bien equilibrado con la acidez, se bebe agradablemente, como un suspiro, breve pero no insulso, te deja la invitación para un segundo trago.
Hay lácteos, yogurt de frutas del bosque, también algo de raspón, terroso, cacao – torrefacto. Es un vino poco mediterráneo, con rasgos juveniles que no desentonan.

El color es intenso y profundo.

Magnifico porvenir, que se puede disfrutar en el presente, por que a la bodega no se le ha subido a la parra, y el vino goza de un excelente precio. Para seguirle la pista y al resto de sus hermanos.