Mira tú por donde, que al final acabo de dar con el único vino de esta bodega que me ha llamado bastante la atención.
Nunca se debería dudar del buen hacer y su trabajo, aunque reconozco que desde el nacimiento de esta bodega (tuve la oportunidad de probar sus vinos tintos y blanco incluso antes de que vieran la luz al mercado), no había encontrado ninguna gracia en sus caldos ni algo que remotamente me llamara la atención en cuanto a virtudes y bondades. Lo digo desde el respeto, por supuesto.
Y mira qué casualidad, que es el último que asoma como novedad y en rosado, que es posiblemente lo que le faltaba a la bodega en su catálogo, el que me ha causado una sonrisa y una afirmación de: "ahora sí".
Además, se ha preocupado la bodega (pienso) en darle algo diferente a este vino. Contra corriente, lo elaboran a partir de la variedad Syrah (cosa curiosa, porque lo más fácil sería acudir a la Cabernet o a un binomio Cabernet-Merlot, más típico por la comarca ) y a fé que no les a salido mal. Además, pienso que si no es la única bodega con un rosado Syrah en el Somontano, pocas habrán.
En cuanto a la cata del vino en cuestión, en lo visual desprende un rojo frambuesa menos llamativo que otros rosados quizás; no obstante, luce bien en la copa. Además asoman ciertos reflejos violáceos suaves.
La nariz, resulta muy interesante; aportando matices ricos y sugerentes, propios de esta variedad. Bastante intenso y frutal como otros rosados, pero se aprecian algunas notas vegetales a copa parada. Luego desprende golosos recuerdos de piruleta de fresa y otras frutas. Además sobre lo predecible, se descubre un punto de fruta de hueso, tipo albaricoques, mango o melocotón medio maduro, que resulta muy atractivo, envolvente y le dá un toque diferenciador en comparación a la competencia.
A esto, unimos una boca sabrosa, frutal, de acidez media. Sedosa incluso. Con un final que deja el paladar dulce y "untado de fruta".
Me vuelvo a repetir y creo que debe de ser mi posible predisposición negativa, dado el encuentro con los otros vinos de 12 Lunas, que en este caso mi opinión a cambiado radicalmente y para bien.
Añado, además, que dentro de su imagen de marca en la botella, siguen mostrando un diseño actual, llamativo (tonos naranjas en la cápsula y el serigrafiado de la botella, y el mismo tipo de envase que el resto de gama: botella borgoñona de cristal transparente en vez de oscuro). Todo cuenta, y la imagen desde luego, no va a ser menos.
Y otra cosa que al fín creo que va acorde a lo que se ofrece: su precio. (Un poquito por encima de los 7€).
Así, sí que vamos bien.