VISUAL

Amarilla limón, blanquecina, con lágrima untuosa.

Pálida en intensidad, pero en su rama.

AROMA

Notas almendradas amargas y de flores blancas muy limpias y de intensidad casi pronunciada, puntas humo.

Envolvente. En evolución

BOCA
En boca, seca, abocada, sabrosa y salina, muy medida en alcohol, finura.

Magnífica gama de sabores pronunciados desde flores y sales minerales a frutos secos y nata (helado de sandwich de nata).

Esa parte láctica tan práctica, pura, como un rato en las playas de Cádiz provincia.

MARIDAJE

El velo de flor comestible en Mugaritz y armonía con -La E-.

Manzanilla fluida de un luminoso color amarillo dorado y bastante transparente donde aún queda algún resto de la bota, supongo que del velo de flor. Aunque el camarero de la tasca donde la compré no sabía si era en rama o no (en realidad no pasaba de decirme que era de Argüeso y poco más), me da a mí que sí por esos posos y el intenso aroma a bollería que desprende esta manzanilla. Bollería, mantequilla fresca, camomila y mucha levadura todo ello perdurando en la nariz horas después de terminada la copa. Nariz muy buena, sí señor. En boca entra muy suave, sin aristas de alcohol a pesar de la temperatura, muy ligeramente punzante, nada salada y en definitiva muy buena. La copa invita a otra, y otra, y otra. Espero que los dos litros que me compré resistan bien al menos 1 mes.

Queda por ver cómo se las gasta a unos 5ºC, aunque el listón lo ha dejado alto y no es la primera vez que me gusta más un fino o manzanilla atemperado que en frío.

El único pero se lo pongo al precio. Cinco euros el litro es un precio muy comedido, diréis, pero otros graneles como CEDE, valen 4 euros o menos. No sé si me vieron cara de forastero en la tasca y pagué la novatada.