Sobrio y de corte atlántico.

Vestido picota intenso de capa media-alta y borde granatoso con irisaciones azuladas, lágrima semi-tintada y homogenea, de aspecto untuoso.
Nariz profunda y madura de frutos negros muy golosos y elegantes (moras, ciruela negra), con indicios de confitura y acompañados de flores azules y tomillo en flor, seguidos de pimienta, clavo y algo de vainilla sobre un tapiz de chocolate y agradables notas de cacao fino si agitamos enérgicamente la copa. Su perfil más varietal aflora sin vacilar, así como un cariz mineral, con aires atlánticos.
En boca es fresco y de tacto aterciopelado, con buen peso de fruta negra madura y sabrosa, armónica con las notas de crianza, el cual evoca amables notas achocolatadas junto a especias, romero y regaliz, así como un claro fondo mineral que marcan todo su recorrido. Su paso es carnoso, fresco y algo austero, con taninos vivos, punto amargoso y acidez acertada. Final achocolatado y sabroso. En unos meses más de botella, sus taninos estarán en su punto justo. En conjunto es un vino elegante y con carísma.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar