Un palazo de calidad, de amor, de salinidad, de adicción...

... porque después de probar este vinazo tremendísimo el Sur es mi religión y los Palos Cortados sus pastores.

Ese color ambar, yodado, que te llama como una obra de arte bruñida de oro viejo. Denso, que te conquista y hace que metas el hocico y te vuelvas loco con esas notas yodadas, saladas, marinas, punzantes,frutos secos, cardadmomo, azucar quemado, miel, algo de bollería, un abismo a la locura que hace perder el norte para meterte de lleno en el sur.

En boca es suave, como el abrazo de una madre, que te mima con unos buenos frutos secos, salinidad, sabroso, concentrado como una pastilla de Gallina Blanca, tremendo, con una acidez excelente, algas y ortigas de mar... Es profundo y laaaargo.

Una p**a barbaridad