Ribas, que bien vas.

Amarillo pálido con reflejos acerados. Limpio y brillante.

Bien, muy bien en nariz, suave, compleja y embriagadora: heno, corteza naranja, anís, galán de noche y manzana. Y un olor que está ahí siempre presente y que me recuerda a cuando en verano paseas por un campo de cereales a punto de cosechar, al aroma que desprende con las pisadas.

Equilibrado en boca, de entrada potente, potencia que se va atenuando al paso. Destellean muchos recuerdos: miel, pera, minerales, salinidad... Es ligeramente untuoso, con postgusto cremoso, crema de limón.

Notable longitud.

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