Amarillo pajizo.
Nariz con marcado peso de fruta, equilibrada, con un punto fresco entremezclado con los aromas de frutas blancas. En la boca la acidez es bastante buena, con las frutas blancas de nuevo presentes y notas herbáceas por vía retronasal. Tiene un buen recorrido y una sensación final muy fresca.

     Amantes de sabores exóticos, pasad de largo : no os gustará este blanco, porque se trata de un verdejo sin concesiones, con marcado estilo propio. Predominan las notas levemente amargosas de genciana, de hinojo o de perifollo - nada que ver con el césped recién cortado - las sensaciones herbáceas, en el buen sentido, y prevalecen los recuerdos de fruta de pulpa blanca, con guiños de corteza de cítricos.

Marida bien con mejillones en salsa verde y espinacas frescas : muy a menudo, un buen vino es aquel que sabe acompañar la comida y hace chasquear la lengua. ( PVP : 7 € )

Visitar los llanos viñedos, en La Seca.
Inducen al deseo de sus caldos.
Lucen vigorosas y pacientes; sus cepas viejas.
Lucen alegres y tersas; sus verdes uvas.
Anuncian, al contemplarlas; toda su finura.

Naciendo años atrás, este verdejo.
Aunando esfuerzo y sudor viejo.
Recrea a Rueda en esta fina copa.
Contempla su amarillo, pálido y enópata.
Irradia brillantez y transparencia.
Susurra buen hacer, temple y pureza.
Adivinas unos aromas, que hipnotizan los sentidos.

Ves la piña, el melocotón y la chirimoya.
Encuentras placer inmenso en esta olfativa.
Recibes a este vino, en unas papilas deseosas.
Desde su entrada en boca, esas notas golosas.
Ensimismadas en una acidez redonda y perfilada.
Jugando con la mineralizad, justa y deseada.
Olvídate de todo y disfruta, pero siempre avizor:

! Que donde no hay vino no hay amor ¡

Versos Acrósticos: Leyendo la primera letra de cada verso hacia abajo, aparece unas palabras escondidas.

     Este vino es un buen ejemplo de la uva verdejo vendimiada sin sobremaduración. Javier Sanz elabora un blanco perfumado, vivo, muy fresco, equilibrado, largo en boca y bien marcado por la amargura final de la variedad : sabe a paraguaya con matices de fruta de la pasión y de genciana. Marida con vieiras en salsa, corazones de hinojos salteados y quesos de oveja o de cabra. Aventaja a muchos blancos españoles más onerosos - las Rías Baixas, sobre todo - y que se muestran menos complejos e intensos : ganó la medalla de oro en el concurso mundial de Bruselas, un galardón largamente merecido. ( PVP : 7 € )

Color amarillo pajizo con reflejos verdosos.
Nariz de buena intensidad cargada de fruta, sobre todo blanca, pera de agua, fruta tropical, piña, herbáceos, notas frescas de resina.
En boca tiene entrada amable, con una acidez correcta y una marcado peso de fruta. Tiene un largo recorrido y tacto sedoso, con un final oleoso y un recuerdo a geranio por vía retronasal.Deja una sensación final ligeramente picante, con un toque fresco y algo de alcohol que refresca el final del recorrido.

Se trata de un verdejo afrutado, en contra de otros verdejos más secos, con una interesante boca y una nariz exuberante.

Amarillo tirando a lima, con reflejos verdosos.
Notras amargas en nariz y herbáceas, con intensidad media-alta. También fruta blanca como manzana presentes en nariz.
En boca de cuerpo medio, bien vertebrado por la acidez que lo hace fresco. Fruta blanca en el final y cierto carácter amargoso.

Correcto

Amarillo verdoso. Hay restos de carbónico.
Muy intenso en nariz. Predominio de la fruta blanca, aparece también plátano y notas herbáceas. Equilibrado, tiene cierta untuosidad, postgusto amargo, largo.

Cuesta en tienda 5.5€. Buen verdejo, con bastante tipicidad. Corcho sintético, algo que me disgusta.