Un vino que tiene una buena entrada, pero que lo hace de agradable paso, frutal, equilibrado, sabroso, buena acidez, medio cuerpo, bastante ligero y con un recorrido medio.
En nariz me ha gustado más, de buena intensidad, con fruta principalmente roja madura, suaves notas de madera, ligero ahumado, especias y vainilla.
Acompañó correctamente algunos platos de carne.

En vista presenta un color cereza oscuro, brillante y llamativo.

En olfato presenta un olor fresco a frutos rojos y ciertos aromas de vainilla.

En gusto muestra unos marcados taninos, afrutado pero no dulce y con un postgusto discretamente amargo y persistente.

Al no acabar la botella en la cena la cata continuó al siguiente día donde puedo asegurar que el vino había mejorado bastante. Much más agradable y suave incluso que el día anterior.

Me ha parecido un vino goloso y suave. Poco contundente.

He tenido la suerte de probarlo a la vez que un Puerta Vieja Crianza 2006 que estaba acabando y la diferencia de "potencia" es evidente. El Puerta Vieja es mucho más potente, tiene más madera. Es verdad que llevaba 2 días abierto el Puerta Vieja y el Marqués de Cáceres acababa de ser descorchado.

Lo he dejado 1 día abierto y hoy es otra cosa.

Está abierto y estupendo, goloso, suave, sedoso, sigue siendo poco contundente pero casi que se agradece. En esta añada algo menos alcohólico que otros vinos de Crianza de Rioja (13% frente a 13.5-14 de otros vinos).

En visual: rojo cereza oscuro, capa media alta. El ribete ha cambiado en las 24 horas que lleva abierto. Ayer era rojo con algo de reflejo cardenalicio, hoy sigue el reflejo cardenalicio pero el ribete ha pasado a ser ligeramente teja claro. El vino este tenía vida por delante, varios años (sólo el ribete y la fruta que destila ya te dicen eso).

En nariz: aromas suaves, elegantes, fruta más potente ayer que hoy. Hoy ha decaído un poquito la fruta (no muy potente), madera suave, especias, muchas especias, regaliz, algo de cacao, vainilla y algo de canela, aromas balsámicos y mentolados. Poco alcohol.

En boca: entrada muy suave (demasiado ayer, hoy algo más poderosa y equilibrada), sedosa, elegante, fruta, algo de chocolate, toffee, menta, toques minerales. Paso suave por boca y garganta. Buen postgusto, final medio-largo pero no muy potente.

Es un buen vino, suave, no apto para los que busquen un vino contundente, pero muy muy elegante. Un Crianza clásico pero un escalón por encima de los típicos Crianzas Rioja.

Sube poco aunque bebas bastante cantidad (comprobado) :)

Color picota alto, capa media, ribetes amarronado, sin llegar el teja clásico.

En nariz tiene una intensidad media alta, con su fruta mezcla de roja y negra madura y un detalle de la madera más tardío.

Boca fácil de beber, con su acidez presente, su frutita, taninos sin molestar y un final medio sin muchas características propias.

En conjunto fácil de beber y con aceptable relación calidad precio.

En fase visual tiene un color fresa con alta trasparencia, capa baja y lágrima rosada. Aromas a flores, madera y ciruelas con mucha fruta en compota. En boca es suave, acuoso, sin gran cuerpo pero muy floral, sabores de frutas silvestres, mora, zarzaparrilla, aterciopelado y goloso con un ligero amargor final.