Está delicioso y lo mejor...tiene mucho margen de mejora

Otro de los vinos que nos trajimos por estos lares y que esperábamos con ganas. Es un Gran reserva de Sierra Cantabria, añada 2004, que quizás debiéramos esperar unos años más en abrir, pero la tentación me ha podido. Lo dejamos airear 45 minutos antes de la cata y se sirvió a 18 C. El tapón bien, compacto, ligeramente tintado en la base y no excesivamente largo.

VISTA: Rojo picota de capa alta con el ribete rubí granatoso. De lagrima abundante y fina.

NARIZ: A copa parada la fruta roja se muestra poderosa, ciruelas y grosellas acompañadas de unas notas de tabaco y madera húmeda muy claras. De intensidad media-alta. Al agitar aparecen especiados de pimienta negra y clavo, tostados y la madera... madera ahumada. Al final se perciben unos recuerdos de pelo animal y cuero. Sugerente nariz dominada por la fruta roja y los ahumados.

BOCA: En boca es intenso, carnoso y cremoso. De acidez notable y con los taninos todavía vivos. En retronasal notas licorosas y de fruta roja en compota, con una sutil presencia de la madera. Vuelven los recuerdos de tabaco de pipa y ahumados. De persistencia media. Es un Rioja clásico con todas las letras. Se muestra claramente como un gran reserva que es, con la barrica aportando mucho y variado. Está delicioso y lo mejor...tiene mucho margen de mejora. El potencial lo tiene. Creo que 4 o 5 años lo redondearán alcanzando su máximo esplendor aunque le pongo ya un sobresaliente justo.

La RCP la considero muy buena, pues un Gran Reserva de este nivel por 19 euros no está nada mal.

Fue maridado con una delicatessen: Pierna de cabrito maharati a la vinagreta de papaya caramelizada con soja y cardamomo. Un espectáculo de combinación...fantástico...qué rico y qué bien se entendieron. Como me gustan estos Riojas !!