¿Volvemos a los grandes blancos riojanos?

Dorado intenso limpio y brillante.
Aromas intensos, frescos, minerales, muy bien definidos, fragantes, se nota esa malvasía. Notas de frutas blancas de hueso, piel de cítricos, hierba recién segada, algunos toques lácteos, de mieles, crema pastelera, ahumados, vainillas, especias. Nariz con cierta complejidad de capas pero siempre ofreciendo frescura. Muy personal.
En boca se muestra redondo y estructurado, con muy buena acidez, muy sabroso. De paso graso y con peso es un vino muy equilibrado y con un final realmente encantador, que nos deja notas de frutas blancas y especias, con algún tono de frutos secos amargos. Buena persistencia y recuerdos minerales en posgusto.
Una grata sorpresa este vino que junto con algunos otros nos confirma un lento renacer de esos grandes blancos riojanos que tantas satisfacciones nos han dado. Este Organza es un vino magníficamente elaborado y que seguro tendrá un importante recorrido en botella. Altamente recomendable por unos 14 euros.