La madurez le sienta bien

Precioso rubi-oscuro con ribetes que empiezan a declarar el paso del tiempo con alguna teja asomando.

En nariz se ha tranquilizado, aún así mantiene buena intensidad, elegante, frutos negros en almibar, golosina de frambuesa, tostados, bolleria, cafe, tabaco, ahumados, tinta china y una madera sin protagonismo. Algo de mineralidad tambien le he encontrado.

En boca es educado, nada que ver a como estaba hace tres años, muy gallito el.

Goloso, persistente, me recuerda a algun oporto en ciertos pases. De recorrido suave, mantiene acidez y una leve aspereza final.

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