Segunda cata, tras una noche de insomnio

Sólo crece, crece, crece, no ha hecho más que crecer, respirando el aire que no se le he negado. Más intenso, más profundo, más complejo.
Como esos estofados, que sólo ganan con una noche de reposo, este vino te estalla en pleno rostro si le das tiempo.

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