Explosivo y, sin embargo, muy bueno

Color muy subido. Lágrima notable. Tinta profundamente la copa. Nariz potente, de gran calidad, algo "desbocada". En boca, explosividad, volumen, gran potencia, gran densidad. Carnoso, tapiza la cavidad bucal. Afortunadamente, toda esta potencia está controlada por una estructura ácida y tánica muy armónica, sólida, que organiza un vino de gran categoría. A medida que el vino toma más y más aire, se despliega más y más, sin desfallecer ni después de tres horas de decantación. A pesar de todo, no me enamora. Se queda en el recuedo como uno más de esta serie de super-vinos a la moda.

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